Los trabajadores egipcios también trabajaron en la construcción de templos, palacios y otras estructuras, a menudo soportando condiciones duras y peligrosas sin equipos o maquinaria de seguridad modernos.
También trabajaron en industrias como la producción textil y la metalurgia.
La minería y las canteras también eran sectores importantes, con trabajadores forzados trabajando para extraer minerales valiosos y transportarlos a grandes distancias.
Los proyectos de obras públicas, como la construcción de carreteras, canales y presas, también requirieron una cantidad considerable de mano de obra.
Muchas de estas tareas fueron organizadas y ejecutadas bajo la dirección del Estado o de las clases altas de la sociedad egipcia.