- Las frecuentes luchas por el poder y las guerras civiles debilitaron el gobierno central del imperio y su capacidad para mantener el control sobre sus vastos territorios.
2. Decadencia económica e inflación:
- El imperio enfrentó problemas económicos, incluida inflación, altos impuestos y una disminución del comercio, lo que provocó pobreza y descontento generalizados.
3. División del Imperio:
- En 395 EC, el Imperio Romano quedó permanentemente dividido en dos mitades, el Imperio Romano Occidental y el Imperio Romano Oriental (Bizantino). Esta división debilitó la unidad del imperio y dificultó la defensa de sus fronteras.
4. Invasiones y ataques de tribus bárbaras:
- El Imperio Romano enfrentó repetidas invasiones de tribus germánicas, como los visigodos y los vándalos, que se aprovecharon del estado debilitado del imperio.
5. Decadencia del ejército romano:
- El alguna vez formidable ejército romano experimentó una disminución en la disciplina, el entrenamiento y la moral debido a varios factores, incluida la dependencia de mercenarios extranjeros y la reducción de la participación ciudadana.
6. Ascenso del cristianismo:
- El ascenso del cristianismo trajo nuevos valores religiosos y sociales que desafiaron las prácticas tradicionales romanas, lo que provocó conflictos internos y cambios en la estructura social.