Cultivo:
1. Preparación del semillero :A principios de la primavera, se preparó un semillero arando y rastrillando la tierra.
2. Siembra :Se sembraron semillas de índigo en el semillero preparado.
3. Riego y deshierbe :El campo se regó regularmente para asegurar suficiente humedad para la germinación y el crecimiento de las plantas. Se desmalezó para eliminar las plantas no deseadas y mantener la salud de las plantas índigo.
4. Cosecha :Las plantas de índigo se cosecharon cuando alcanzaron la madurez, generalmente entre 100 y 120 días después de la siembra.
Extracción de Tinte Índigo:
1. Remojar :Las plantas de índigo cosechadas se agrupaban y se remojaban en grandes tinajas llenas de agua. Este proceso, llamado remojo, permitió que las hojas de índigo liberaran sus pigmentos solubles en el agua.
2. Batido y fermentación :Después del remojo, el agua que contenía los pigmentos índigo se batió vigorosamente para estimular la oxidación y liberar más tinte. Este golpe también ayudó al crecimiento y desarrollo de la bacteria índigo, que jugó un papel esencial en el proceso de extracción.
3. Resolver :Luego se dejó la mezcla en reposo para que los pigmentos índigo se depositaran en el fondo de las tinas.
4. Extracción del sobrenadante :El agua sobre los pigmentos sedimentados se drenó cuidadosamente, dejando el tinte índigo concentrado en el fondo.
Procesamiento:
1. Herviendo :El tinte concentrado se hirvió para realzar aún más el color y eliminar las impurezas.
2. Evaporación y cristalización :Luego se dejó evaporar el tinte hervido y el índigo sólido restante se recogió y cristalizó en bloques o tortas.
3. Embalaje :El índigo cristalizado se empaquetaba en cajas y se transportaba a los mercados para su comercialización.
Impacto de la producción de índigo:
La producción de índigo en la India era altamente explotadora y su cultivo a menudo se asociaba con prácticas opresivas hacia los agricultores y trabajadores agrícolas. El Raj británico fomentó el cultivo de índigo a gran escala mediante trabajo forzoso y contratos injustos con los agricultores, conocido como el "sistema índigo". Estas prácticas provocaron malestar social y económico generalizado en muchas partes de la India.
En respuesta a las condiciones opresivas, surgieron movimientos de resistencia y protestas que culminaron en la Revuelta Índigo en 1859-60. Esta rebelión jugó un papel importante al llamar la atención sobre la naturaleza explotadora del dominio colonial británico y provocó algunas reformas en las prácticas de cultivo del índigo en la India.