El Partido Nazi adoptó la esvástica como símbolo en 1920 y rápidamente se convirtió en sinónimo del partido y su ideología. Los nazis utilizaron la esvástica para representar su creencia en la superioridad aria, el antisemitismo y su objetivo de una nación alemana racialmente pura. La esvástica apareció en banderas, uniformes y diversos materiales de propaganda nazis.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la esvástica fue ampliamente reconocida como símbolo de la agresión y opresión nazi. Las fuerzas aliadas lucharon contra la Alemania nazi y sus símbolos, incluida la esvástica. Después de la guerra, el uso de la esvástica en Alemania fue prohibido debido a su asociación con el nazismo.
Por lo tanto, en 1939, la esvástica simbolizaba principalmente al Partido Nazi, el nazismo y las atrocidades asociadas cometidas por el régimen nazi. Representaba la supremacía blanca, el antisemitismo y las políticas brutales que causaron la muerte de millones de personas durante el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, la esvástica sigue siendo un símbolo potente y sensible asociado con el odio, los prejuicios y uno de los capítulos más oscuros de la historia humana reciente.