Magwayan era el dios del inframundo y Makapatag era el dios del cielo. Eran hermanos y vivían juntos en paz.
Un día, Magwayan decidió crear un mundo nuevo. Llamó al mundo Panay, y del mar y del cielo lo hizo.
Makapatag estaba enojado porque Magwayan había creado Panay sin su permiso. Decidió destruir el mundo y envió una poderosa tormenta a Panay.
La tormenta duró muchos días y destruyó todo en Panay. Mataron a la gente de Panay y mataron a los animales. Los árboles fueron arrancados de raíz y las casas destruidas.
Magwayan estaba desconsolado. Vio que su mundo había sido destruido y lloró. Decidió crear un mundo nuevo, y esta vez lo crearía con el permiso de Makapatag.
Magwayan llamó al nuevo mundo Panay. Lo hizo del mar y del cielo, y lo hizo de modo que fuera aún más hermoso que el primer Panay.
Makapatag estaba contento con el nuevo Panay. Vio que Magwayan había creado un mundo hermoso y estaba orgulloso de su hermano.
Los dioses vivían juntos en paz y velaban por el pueblo de Panay.