Libertad religiosa: La principal motivación de los puritanos para establecer las colonias de Nueva Inglaterra fue escapar de la persecución religiosa en Inglaterra. Buscaban un lugar donde pudieran practicar libremente sus creencias religiosas sin interferencias de la iglesia establecida.
Mancomunidad Bíblica: Los puritanos creían en el establecimiento de una "Comunidad Bíblica", una sociedad gobernada según los principios de la Biblia. Su objetivo era crear una comunidad cristiana modelo basada en las enseñanzas y leyes del Antiguo y Nuevo Testamento.
Teología puritana: La teología puritana enfatizó la soberanía de Dios, la depravación de la humanidad y la necesidad de la salvación mediante la fe en Jesucristo. Estas creencias dieron forma al tejido social, político y cultural de las colonias de Nueva Inglaterra.
Relación Iglesia-Estado: En las colonias de Nueva Inglaterra, la iglesia y el estado estaban estrechamente entrelazados. Ser miembro de la iglesia era a menudo un requisito para ocupar cargos públicos, y el gobierno hacía cumplir activamente las leyes y costumbres religiosas.
Homogeneidad religiosa: Las colonias de Nueva Inglaterra eran inicialmente bastante homogéneas en términos de religión. Los puritanos creían en una comunidad religiosa unificada y desalentaban la disidencia o la práctica de otras religiones.
Trabajo Misionero: Los puritanos también tenían un celo misionero por convertir a los nativos americanos y difundir el cristianismo entre la población indígena de la región. Establecieron misiones y escuelas para enseñar a los nativos americanos la fe cristiana y los estilos de vida europeos.
Impacto social: La religión influyó en varios aspectos de la vida diaria en las colonias de Nueva Inglaterra. Dio forma a su sistema educativo, leyes, códigos morales y costumbres sociales. Las enseñanzas y los valores religiosos estaban entretejidos en el tejido de la sociedad.
Educación y alfabetización: Los puritanos daban gran importancia a la educación y la alfabetización, ya que creían que las personas deberían poder leer y comprender la Biblia. Este énfasis condujo al establecimiento de escuelas y a una alta tasa de alfabetización en las colonias de Nueva Inglaterra.
En general, la religión fue una fuerza impulsora detrás de la fundación de las colonias de Nueva Inglaterra. El deseo de los puritanos de practicar su fe libremente, establecer una sociedad basada en sus principios religiosos y difundir el cristianismo moldeó el carácter, los valores y las instituciones de estos primeros asentamientos americanos.