Descubrimientos arqueológicos

Orígenes de la agricultura y la ganadería en el Cercano Oriente

Orígenes de la agricultura y la ganadería en el Cercano Oriente

Pero este equipo de investigación ha estado, de manera regular base, realiza excavaciones arqueológicas orientadas a esta línea de investigación. Primero fue en Siria, luego en Turquía, siempre con un objetivo similar:contribuir a través del análisis arqueológico a establecer el origen de la agricultura y su impacto en las sociedades humanas arcaicas[1]. La elección de Oriente Próximo no es casual, como es sabido, es en esta parte del mundo donde se produjo por primera vez el cultivo de cereales y leguminosas y la domesticación de animales. Es decir, el más antiguo y gracias a un proceso autóctono de transformación. Pero al mismo tiempo constituye una región ideal para analizar el carácter global del fenómeno, ya que esta transformación de carácter económico va acompañada o genera un amplio abanico de transformaciones sociales y culturales, que afectan a todos los ámbitos de la sociedad (sedentarismo, crecimiento demográfico, tecnológico, de vida, simbología,…). En definitiva, el conjunto de transformaciones que constituyen una “revolución” o un hecho histórico considerado el más decisivo para la humanidad desde su aparición hasta la revolución industrial.

La zona de estudio del proyecto se sitúa en la zona conocida como Alta Mesopotamia y engloba los actuales países de Siria, Turquía e Irak. Los objetivos del trabajo realizado se centran en el estudio de los procesos de neolitización asociados a la domesticación agrícola y ganadera, el sedentarismo y la estructuración de los pueblos hasta la formación de las primeras estructuras urbanas. Este ámbito de análisis incluye cronologías que van desde el 12.000 cal a.C. [acrónimo de calibrado antes de Cristo , fechas calibradas por radiocarbono] hasta el 3000 cal a.C., y que incluye los grupos culturales de los últimos cazadores-recolectores (natufienses), los primeros agricultores y ganaderos (Neolítico precerámico A y B, el Neolítico cerámico, y la aproximación al consolidado del Los grupos Hassuna, Samarra, Halaf y Obeid, hasta Uruk y principios de la Edad del Bronce (Ninevita 5 ).

Destacar también la especificidad de la metodología utilizada, es decir, la combinación de dos dinámicas de trabajo interrelacionadas. Por un lado, la actividad investigadora en la propia excavación y análisis de yacimientos de Oriente Próximo, con el desarrollo de proyectos de excavación que se desarrollan con cierta continuidad y siempre intentando dar respuesta a las hipótesis y preguntas generadas. Por otro lado, una metodología interdisciplinar que combine las disciplinas que estudian materiales tanto bióticos como abióticos. Por último, la colaboración con equipos internacionales, tanto europeos como con equipos de universidades de Oriente Próximo, aspecto que facilita la imprescindible complementariedad entre investigación básica y formación.

Desde las áridas estepas de Palmira hasta las montañas de Zagros

El actual proyecto de investigación constituye la continuación de un trabajo de investigación con una tradición de más de 30 años de proyectos de excavación y estudio arqueológico de yacimientos neolíticos en Oriente Próximo, cuando en 1987 se inició el Estudio y excavación de Umm el Tlel, cerca de la localidad de Palmira (Siria). En aquel momento, el conocimiento del proceso de neolitización en las zonas áridas era un total desconocido y nuestra aportación como responsables del análisis del yacimiento de Kowm, un pequeño yacimiento situado en un oasis entre Palmira y Raqqa, nos permitió conocer las características de los últimos grupos de cazadores-recolectores, el desfase poblacional durante el periodo innovador en la etapa de agricultura incipiente y la reocupación de los oasis en el VI milenio. Este sitio mostró una interesante dualidad socioeconómica de grupos de agricultores en aldeas estables, como la que muestra el sitio de Umm el Tlel y otros en campamentos seminómadas con una actividad económica centrada en el pastoreo.

La construcción de los embalses de Tchrine, en el valle medio del río Éufrates en Siria, cerca de la ciudad de Membij, permitió iniciar a principios de los años 90 del siglo XX la excavación y estudio de varios yacimientos arqueológicos, entre los que destaca Tell Halula. Las excavaciones estables durante más de 20 años permitieron establecer la evolución histórico-arqueológica de un poblado habitado entre 7800-5300 antes de nuestra era. Dos largos milenios de historia de un pueblo de los primeros agricultores, con un incipiente sedentarismo y un importante desarrollo de técnicas arquitectónicas, asociado a viviendas complejas de varias habitaciones, que facilitan la separación de actividades productivas y residenciales. Pero también fue posible estudiar la consolidación de la agricultura con el cultivo de cereales y leguminosas, el origen y desarrollo arcaico de las prácticas ganaderas con el proceso de domesticación de las especies que aún hoy constituyen la principal fuente de proteínas (suidos, bóvidos y ovicaprinos). ) de todo el Mediterráneo. Todo esto en el marco de transformaciones tecnológicas, culturales y sociales en las que se observan los signos de la incipiente diferenciación social entre las distintas unidades socioeconómicas. Es a través de los elementos materiales conservados (casa, tumbas, mobiliario, etc.) como se pueden identificar unidades familiares, con la confirmación de su formación por primera vez en la historia, provenientes de estructuras tribales anteriores.

Orígenes de la agricultura y la ganadería en el Cercano Oriente

También fue muy interesante documentar las transformaciones tecnológicas asociados a estas comunidades, entre los que destacan la aparición de la cerámica y la capacidad de almacenamiento. Estas transformaciones quedaron documentadas, además, cuenta Halula, en la excavación y estudio de Akarçay Tepe cerca de la ciudad de Sanliurfa (Turquía), un proyecto realizado en colaboración con arqueólogos de la Universidad de Estambul.

La consolidación de la investigación permitió ampliar geográficamente el área de estudio buscando el proceso de consolidación de las sociedades agrícolas y el nacimiento de las culturas clásicas mesopotámicas, es decir, las civilizaciones llamadas Halaf, Samarra, Obeid principalmente. Este ha sido el objetivo de las excavaciones realizadas desde hace quince años, en colaboración con arqueólogos de la Universidad de Lieja (Bélgica), en dos asentamientos situados en dos zonas ecológicas y culturales distintas del norte de Mesopotamia:Chagar Bazar (Hassake) en el este zona Siria y Tell Amarna (Valle del Éufrates, Alepo). Los aportes científicos han sido muy importantes tanto a nivel de caracterización socioeconómica y tecnológica de las dos comunidades específicas excavadas y estudiadas como, sobre todo, por las inferencias históricas que se han forjado. La redefinición del área de formación de la cultura Halaf, ahora más extensa y occidental, así como la propia naturaleza de su formación. Por otro lado, la etapa posterior de la cultura Halaf y su proceso de relación con los siguientes grupos culturales, especialmente el mundo Obeid.

Kurdistán una nueva oportunidad para la investigación de las primeras sociedades agrícolas en una zona desconocida

El conflicto en Siria y las dificultades que este drama humano, económico y político está generando en el país y en zonas cercanas, dirigieron la investigación del equipo hacia el norte de Irak, en la región histórica. del Kurdistán. Un área que, desde 2011 y gracias a la estabilización política y militar de la zona, se ha abierto a la investigación internacional y ofrece actualmente un marco ideal para el estudio y la cooperación. El hecho de que la investigación en arqueología prehistórica estuviera paralizada desde los años 60 en esta zona facilitó el deseo de colaboración y las posibilidades de trabajos de investigación con las universidades locales y la Dirección General de Antigüedades. Por otro lado, a nivel científico se considera imprescindible e imprescindible la necesidad de actualizar los datos arqueológicos.

Orígenes de la agricultura y la ganadería en el Cercano Oriente

Actualmente se están llevando a cabo dos proyectos de excavación y estudio en este área. Por un lado, el análisis del asentamiento de Gird Laskhir en la zona de la llanura de la actual ciudad de Erbil, que constituye una de las secuencias históricas más completas de la región ya que abarca desde el IV milenio (período Uruk). al primer milenio. Las ocupaciones del III milenio, con una amplia instalación vinculada al interesante periodo de los Ninevite 5 , ha traído las novedades más significativas. Por otro lado, en el norte de Kurdistán, en la zona montañosa de Zagros, en la región de Soran, se está llevando a cabo una excavación y estudio del yacimiento de Banahilk, que enlaza con los problemas estudiados en el valle del Éufrates y en Djezireh. El conocimiento del periodo de esplendor de la cultura neolítica Halaf en el VI milenio, pero ahora a partir del estudio del poblado más oriental de esta cultura. El análisis de las variedades regionales de los elementos materiales que caracterizan este período, así como de los mecanismos sociales de redes de intercambio y relaciones sociales, ayudará a explicar la gran extensión geográfica y temporal de las grandes unidades culturales, ejemplificada en este caso por el Halaf. cultura. .

En definitiva, una larga y fructífera investigación arqueológica y patrimonial que actualmente se mantiene viva y dinámica, continuando una larga tradición de estudios arqueológicos. Una línea de investigación que se orienta al deseo de contribuir al conocimiento del origen y consolidación de las sociedades agrícolas y ganaderas. La elección del marco geográfico de Oriente Próximo también es muy importante, ya que hay que recordar que es uno de los enclaves del mundo donde se produce la transformación socioeconómica, cultural y social que supone el paso de comunidades cazadoras-recolectoras a agrícolas y ganaderas. ocurre con mayor antigüedad, y que está en el origen de la transformación posterior documentada en el continente europeo.

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Finalmente, señalar que esta investigación y especialmente su de difusión y colaboración en la formación de investigadores, tiene como objetivo revertir la sociedad actual de Oriente Próximo, con la esperanza de contribuir a su desarrollo, riqueza y estabilidad.

[1] El equipo de investigación de SAPPO está formado actualmente por:R. Alcántara, J. Anfruns, R. Arnaiz, A. Breu, J. Bosch, M. Bofill, A. Ortiz, S. Calvo, W. Cruells, C. Douché F. Estebaranz, H. Faisal, J.M. Faura, I. Gironès, J. González, P. Mylona, ​​A. Monforte, S. Ortiz, S. Pardo, I. Peix, J. A. Sánchez Priego, M. Saña, Q. Sisa, B. Taha, S. Taranto, E. Villarroya, J. Wattez,

También es fundamental recordar a los investigadores que históricamente han contribuido a los proyectos:G. Alcalde, F. Borrell, M. Bouso, X. Clop, A. Ferrer, M. Gangonells, E. Guerrero, J.J. Ibáñez, T. Majo, T. Palomo, G. Ribé, C. Tornero, O. Vicente. Nuestro agradecimiento también a las Direcciones Generales de Antigüedades y Museos de Siria, Turquía y Kurdistán (Irak). Estos proyectos se han beneficiado de una colaboración económica de los proyectos competitivos de los Ministerios de Cultura y de Educación y Ciencia (Gobierno de España). Actualmente las ayudas provienen del IPCE (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) y del Ministerio de Economía y Competitividad/Feder (HAR 2016-78416 -P) y de la Fundación Palarq (Madrid). Finalmente, el grupo de investigación SAPPO cuenta con el apoyo de la Universidad Autónoma de Barcelona y la Generalitat de Catalunya (2017 SGR-1302).


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