En la selva amazónica se han encontrado enormes figuras geométricas, pero no se sabe para qué estaban realmente destinadas estas construcciones, utilizadas entre el 2000 y el 650 a.C.
Cientos de formaciones enigmáticas han sido reveladas durante sobrevuelos aéreos en el estado de Acre, en el Amazonas.
Circulares, cuadrangulares, con fosos o elevados… se han descubierto cientos de recintos misteriosos en la selva amazónica, en Brasil. Imponentes, formados por fosas que alcanzan a veces hasta 11 m de ancho y 4 m de profundidad, se han descubierto en los últimos años 450 de estos extraños movimientos de tierra de 100 a 300 m de diámetro, repartidos en más de 13.000 km2 en el estado de Acre. en la Amazonía occidental. Efecto colateral de la deforestación, estas formaciones hasta ahora desconocidas que tanto intrigan a los especialistas estuvieron ocultas durante siglos bajo el dosel esmeralda, engullidas bajo la cubierta vegetal. Descubierto por la deforestación moderna, los sobrevuelos aéreos y el uso de drones revelaron su existencia a un equipo de investigadores anglobrasileños. En un artículo publicado en los Reports of the American Academy of Sciences (PNAS), Jennifer Watling, del Museo de Arqueología y Etnografía de la Universidad de Sao Paulo (Brasil), antropóloga detrás de esta publicación, vuelve así al análisis de dos de estos sitios. Este es "Jacó Sé y "Fazenda Colorada » desvelado gracias a los recientes claros. Debido a su escala en el terreno, los científicos han decidido llamar a estas creaciones "geoglifos" aunque no tienen nada que ver con las famosas figuras de Nazca (Perú) y Chile a las que se suelen atribuir estos términos.
Durante siglos, estos misteriosos recintos habían estado ocultos por una cubierta forestal. ©Diego Gurgel
Este estudio confirma que estos enormes recintos son obra de poblaciones prehistóricas que ya habían transformado considerablemente grandes zonas de selva para ello. Prueba de que el ecosistema del bosque amazónico no era tan "prístino" como se imaginaba. De hecho, por más prístinos e impenetrables que nos parezcan hoy, no todos los bosques llamados "primarios" serían tan prístinos, como indica precisamente este trabajo. Su estructura y composición florística constituirían incluso una especie de "trazador histórico" donde sería posible "leer" la progresión o regresión de determinadas especies vegetales una vez que hayan sufrido perturbaciones antropogénicas.
Unos "Geoglifos" descubiertos en el Estado de Acre, en la selva amazónica. ©Sanna Saunaluoma
Así, examinando los sedimentos extraídos de los dos yacimientos, los investigadores pudieron reescribir 6.000 años de historia evolutiva de estos suelos y proporcionaron nuevos datos sobre la forma en que las poblaciones indígenas, presentes en estas regiones de América antes de la llegada de los europeos (siglos XV/XVI) moldearon el paisaje. Un mundo desaparecido al que muchas veces es muy difícil acceder. Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan los arqueólogos que trabajan en estas zonas es la presencia aún presente de poblaciones amerindias cuyo modo de vida probablemente sigue siendo bastante parecido al que practicaban hace varios siglos los primeros ocupantes, pero que no tienen nada que ver con los pueblos que se encuentran detrás de estas construcciones abandonadas. . “Los antiguos habitantes del Amazonas fueron víctimas de un shock 'microbiano' en el momento del 'contacto' con los europeos, al igual que los mayas o los incas, en México y Perú. ¡El 90% de estas poblaciones también han desaparecido, reemplazadas mucho más tarde por otras! afirma Stephen Rostain, director de investigaciones del laboratorio de Arqueología de las Américas del CNRS (UMR 8096), colaborado con Sciences et Avenir. "Excavando zanjas y levantando montículos, estas antiguas poblaciones reelaboraron el suelo, hasta cambiar la morfología misma de las superficies ". En cuanto a conocer la función de estas fascinantes obras, todavía no se comprende bien. Hasta el momento no hay pruebas de su posible papel defensivo. Podrían haber sido utilizadas de forma episódica, tal vez como lugares de reunión ritual.
* Los equipos de investigación del Inrap y del CNRS han estudiado yacimientos del mismo tipo en el Escudo Guayanés. (Lea Ciencia y Futuro nº 751).