Grandes restos desenterrados cerca del antiguo Templo Mayor, en la capital de México, podrían indicar una tumba real azteca.

Al igual que este canino, los restos de un jaguar que actualmente se están extrayendo forman parte de una ofrenda azteca muy valiosa encontrada cerca del Templo Mayor, en Ciudad de México (México).
¿Vamos hacia el descubrimiento del entierro de un emperador azteca? Esta es la pregunta que se plantean actualmente los arqueólogos que trabajan en la zona del Templo Mayor, el mayor centro ceremonial de la civilización mexica (otro nombre de los aztecas) situado en el corazón de Ciudad de México (México), tras el descubrimiento. Hace unos días, impresionantes ofrendas de sacrificio.
Ejemplo de ofrendas descubiertas cerca del Templo Mayor, en la antigua capital de los mexicas (otro nombre de los aztecas). ©Mirsa Islas / Proyecto Templo Mayor.
Estos tesoros dormían en una caja con paredes de piedra que data de los años 1321-1521, sacados a la luz por un equipo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) de la Ciudad de México, encabezado por Leonardo López Luján, también director del Proyecto Templo Mayor (PTM). Entre ellos, los excepcionales restos de un jaguar vestido con atributos guerreros, no lejos de los restos de un niño de 8 años, encontrados en julio de 2018, que porta los emblemas de Huizilopochtli. , el dios de la guerra, el sol y los sacrificios humanos…
¿Vamos hacia el descubrimiento del entierro de un emperador azteca? Esta es la pregunta que se plantean actualmente los arqueólogos que trabajan en la zona del Templo Mayor, el mayor centro ceremonial de la civilización mexica (otro nombre de los aztecas) situado en el corazón de Ciudad de México (México), tras el descubrimiento. Hace unos días, impresionantes ofrendas de sacrificio.
Ejemplo de ofrendas descubiertas cerca del Templo Mayor, en la antigua capital de los mexicas (otro nombre de los aztecas). ©Mirsa Islas / Proyecto Templo Mayor.
Estos tesoros dormían en una caja con paredes de piedra que data de los años 1321-1521, sacados a la luz por un equipo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) de la Ciudad de México, encabezado por Leonardo López Luján, también director del Proyecto Templo Mayor (PTM). Entre ellos, los excepcionales restos de un jaguar vestido con atributos guerreros, no lejos de los restos de un niño de 8 años, encontrados en julio de 2018, que porta los emblemas de Huizilopochtli. , el dios de la guerra, el sol y los sacrificios humanos…
Se está borrando la "Oferta 179". ©Mirsa Islas / Proyecto Templo Mayor
Este cofre, una auténtica arca -bautizada “ofrenda 179 ”-, también contenía preciosas conchas, corales, estrellas de mar aún coloreadas, cuchillos de pedernal decorados con nácar y barras de copal, una resina utilizada como incienso en las ceremonias. Ya en abril de 2017, en esta misma zona fue encontrado el cuerpo de un lobo cubierto con cubiertos de plata, tendido sobre una capa de cuchillos de pedernal. Al igual que los enormes peces espada, los cocodrilos o incluso los ibis. Tantas ofrendas que los sacerdotes mexicas habían colocado en una disposición muy precisa para simbolizar una representación en miniatura del universo, superponiendo un mundo acuático, terrestre y celeste.
Contenido de un cofre de ofrendas, descubierto cerca del Templo Mayor, el santuario más importante de los aztecas, en el corazón de su capital, Tenochtitlán. ©Mirsa Islas / Proyecto Templo Mayor
Esta no es la primera vez que se desentierran ofrendas de este tipo cerca del Templo Mayor en la antigua capital Tenochtitlan. Verdadero centro del mundo azteca, la cima de esta pirámide escalonada estaba coronada por dos santuarios:el del norte, dedicado a Tláloc, dios de la lluvia, y el del sur, dedicado al terrorífico Huizilopochtli. Es también en este mismo recinto arqueológico donde se encontraron, desde 2015, impresionantes Huey Tzompantli, macabros "bastidores" con calaveras y torres donde se sacrificaban cientos de cabezas de hombres, mujeres y niños. Algo con lo que soñarían los investigadores que aún no han encontrado las tumbas de un emperador azteca.
Por qué este rico depósito llama la atención
Tras la conquista española (1521), los cronistas habían mencionado la existencia de los enterramientos de tres tlatoanis (emperadores) aztecas -Tizoc, Axayacatl y Ahuitzotl (probablemente el más poderoso)-, cuyos restos cremados habrían sido depositados al pie del Templo Mayor, y una construcción circular llamada Cuauhxicalco cerca del cual se lleva a cabo la presente investigación. ¿Podría el jaguar recuperado representar a uno de estos antiguos dignatarios? "Estas ofrendas efectivamente se encuentran en el eje del antiguo santuario del dios Huizolopchtli" , explica Leonardo López Luján, acompañado por Sciences et Avenir.
Arriba ofrece 179 y sus barras de copal y restos de jaguar. ©Mirsa Islas / Proyecto Templo Mayor
La continuación de estas minuciosas excavaciones podría llevar meses. Cada objeto, entre las miles de ofrendas exhumadas, debe ser extraído cuidadosamente para poder determinar también los vínculos entre cada uno de los elementos contenidos en este cofre, según sus orientaciones y asociaciones. Entre los aztecas, materiales y formas componían universos complejos, y en este caso específico, inmolaciones destinadas a honrar a Huitzilopochtli. ¿Quizás los inicios del próximo estreno de un… entierro real? El suspenso continúa.