Sapiens ha creado armas cada vez más poderosas, capaces de derrotar a todo tipo de animales.

Prehistoria, Paleolítico Superior. Homo sapiens resguardándose del frío en una cueva. Pintura de Francisco Fonollosa.
Este artículo está extraído del n°204 de Indispensables de Sciences et Avenir, de enero/marzo de 2021.
Si bien los mamíferos gigantes eran legión en todos los continentes hace 125.000 años, casi todos desaparecieron a medida que nuestros antepasados progresaron en la Tierra. La evidencia arqueológica atestigua que estos animales fueron bien cazados.
Tendremos que esperar:30.000 años para ver aparecer la azagaya y el arpón
Una práctica muy extendida mucho antes de la llegada de los sapiens:los proyectiles más antiguos equipados con puntas de piedra datan de 500.000 años, la flecha de madera más antigua, encontrada en Alemania, de 400.000 años... Se han encontrado restos de lanzas de tejo de 150.000 años de antigüedad cerca de restos de el rinoceronte o el ciervo, pero no fue hasta el Gravetiense, es decir, 30.000 años, cuando aparecieron la azagaya y el arpón, con puntas desmontables a menudo hechas de asta de reno, entonces presa preponderante. Al mismo tiempo, la invención del propulsor hizo posible catapultar armas arrojadizas más fuertes y más lejos, y derrotar a mamuts o unicornios siberianos (rinocerontes gigantes).
A veces armas frágiles
En 2018, un equipo internacional dirigido por Francesco d'Errico, investigador del laboratorio Pacea (CNRS/Universidad de Burdeos), publicó en la revista Antiquity un artículo que sugiere que en Sudáfrica, los sapiens usaban pequeños arcos y flechas con puntas de hueso talladas para cazar hace 61.000 años. Antes de este trabajo, el rastro más antiguo conocido de dicha tecnología se remontaba a finales del Paleolítico Superior en Europa, hace 10.000 años. Según los autores, poco potentes y frágiles, estas armas se utilizaban principalmente para cazar animales de tamaño modesto, con el objetivo de herir al animal o administrarle veneno.
Por Vicente Bordenave