- El terreno, que anteriormente era una tierra de cultivo pantanosa, presentaba condiciones de terreno inestables. Los constructores primero tuvieron que recuperar el terreno y reforzar los cimientos para soportar el peso de la enorme estructura.
2. Gran tamaño y diseño abierto:
- El enorme tamaño de la ópera (más de 1 millón de toneladas) requirió soluciones de ingeniería innovadoras para garantizar que la estructura pudiera soportar su propio peso y resistir posibles terremotos. La ausencia de los tradicionales muros de carga contribuyó a la complejidad.
3. Diseño de techo único:
- El característico techo en forma de vela fue quizás el aspecto más desafiante del proyecto. Cada sección del techo está compuesta por nervaduras prefabricadas de hormigón recubiertas con tejas cerámicas blancas. La compleja geometría y precisión requeridas en la construcción de estos elementos de techo plantearon un desafío importante.
4. Retos materiales:
- El material específico elegido para las velas (baldosas cerámicas de fabricación danesa) añadió otro nivel de complejidad. Estas baldosas eran difíciles de producir y requerían métodos de instalación complejos.
5. Restricciones presupuestarias:
- Durante todo el proyecto, la Ópera enfrentó graves limitaciones presupuestarias. Esto presionó a los constructores para que encontraran soluciones rentables manteniendo al mismo tiempo la integridad y la estética del diseño.
6. Controversia política:
- El proyecto enfrentó una oposición pública sustancial, particularmente de un grupo vocal de residentes de Sydney que sentían que el diseño extravagante no estaba en consonancia con la arquitectura de la ciudad. Abordar esta controversia y abordar las preocupaciones del público se sumó a los desafíos.
7. Limitaciones de tiempo:
- El proyecto fue iniciado por el gobierno como parte de un plan de renovación urbana con un plazo ajustado. Cumplir el cronograma sin comprometer la calidad presentó un desafío constante para los constructores.