Las casas estaban divididas en varias estancias, que se utilizaban para distintos fines. La habitación principal se utilizaba habitualmente como zona de estar y contenía una chimenea y una cama. Otras estancias se utilizaban como almacén o como talleres.
Las casas también estaban equipadas con un sistema de drenaje que servía para canalizar el agua de lluvia. Los desagües estaban hechos de losas de piedra y estaban cubiertos con tierra.