Aislamiento geográfico: El Valle de los Reyes es una zona remota y apartada, situada en la orilla occidental del río Nilo, frente a Tebas. Este aislamiento ayudó a proteger las tumbas de ladrones de tumbas y vándalos.
Protección natural: Los acantilados y colinas que rodean el valle proporcionaron protección natural contra inundaciones y otros peligros ambientales. El clima seco y árido de la región ayudó aún más a preservar las tumbas y su contenido.
Importancia religiosa: Según las creencias del antiguo Egipto, la orilla occidental del Nilo estaba asociada con el reino de los muertos. Se creía que el dios del sol Ra se embarcaba en su viaje nocturno al inframundo desde esta región, lo que la convertía en un lugar adecuado para las tumbas reales.
Proximidad a Tebas: El Valle de los Reyes estaba lo suficientemente cerca de Tebas, la capital del antiguo Egipto durante el período del Imperio Nuevo, para permitir un fácil acceso a los faraones y su séquito. Esta proximidad permitió el transporte de materiales y trabajadores necesarios para la construcción y mantenimiento de las tumbas.
Desarrollo artístico y arquitectónico: Las tumbas construidas en el Valle de los Reyes exhibieron algunas de las mejores artesanías y expresiones artísticas de la antigua civilización egipcia. Las elaboradas decoraciones, esculturas y murales dentro de las tumbas brindan información valiosa sobre la historia, las creencias religiosas y las tradiciones artísticas de Egipto.
Estos factores se combinaron para hacer del Valle de los Reyes un lugar ideal para la construcción de tumbas reales durante el período del Imperio Nuevo del antiguo Egipto.