Figuras Históricas

Guda, copista e iluminador

Iluminador alemán del siglo XII e siglo, Guda dejó una huella en la historia, en particular al crear uno de los autorretratos femeninos más antiguos de la historia del arte occidental.

Copias e iluminadores

Guda, copista e iluminador

En la Edad Media, dentro de los monasterios, copistas e iluminadores trabajaban en el scriptorium, copiando e ilustrando textos religiosos u obras de la Antigüedad. Los monasterios son entonces lugares de conocimiento y difusión de la cultura; Las abadesas a menudo provenían de familias nobles, continuaron sus estudios después de tomar el velo y trabajaron para formar novicias. Algunos escriben sus propios textos, como Hildegarde de Bingen que compone cantos litúrgicos y obras de teología, o como Herrade de Landsberg. En el siglo XII siglo, compiló la primera enciclopedia escrita por una mujer, la Hortus Deliciarum , que trata de teología, historia, geografía, astronomía, mitología y cuyo objetivo es instruir a los novicios.

Más allá de estos ilustres ejemplos, los nombres femeninos entre los copistas e iluminadores medievales son raros. Muchos de sus libros manuscritos, que son todos obras de arte, de hecho no están firmados; en su defecto, suelen atribuirse a los hombres. Antes del XII th siglo, menos del 1% de las obras manuscritas están firmadas con un nombre de mujer. Incluso en los monasterios femeninos, menos del 15% de los manuscritos pueden atribuirse a una mujer. Sin embargo, muchos monasterios de mujeres tienen un scriptorium. En el IX ésimo siglo, la abadesa de Chelles hizo trabajar a una docena de monjas en un Comentario a los Salmos de Agustín en tres volúmenes. En Alemania, un estudio publicado en enero de 2019 muestra, gracias a los restos de pigmento azul en los dientes de una monja fallecida hace casi 1.000 años, su papel en la producción de iluminaciones. Un estudio que sugiere que las copistas e iluminadoras eran más numerosas de lo que se reconoce.

“Guda, pecador”

Alrededor de la mitad del duodécimo th siglo, Guda es monja en un monasterio en el Medio Rin. Allí ejerció sus dotes de copista e iluminadora. Ilustra en particular la homilía (una colección de homilías, comentarios pronunciados durante la misa) dicha de San Bartolomé, conservada en Frankfurt desde el siglo XV. siglo.

Guda está representado en el manuscrito, dentro de una letra capitular que presenta el capítulo sobre la fiesta de Pentecostés. Con la mano derecha levantada como en gesto de testimonio, se pinta con hábito de monja y sujeta una diadema en la que están escritas las siguientes palabras:“Guda, peccatrix mulier, scripsit et pinxit hunc librum” (Guda, pecador, escribió e iluminó este libro). Esta firma, en forma de reclamo por un trabajo largo, complejo y minucioso, demuestra que Guda es consciente del valor de su arte. Paralelamente a su obra, firmó uno de los primeros autorretratos femeninos de la historia del arte occidental.


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