Figuras Históricas

Agustín de Jáuregui y Aldecoa

Agustín de Jáuregui y Aldecoa fue el XXXIII Virrey del Perú . Hijo de Matías de Jáuregui y Apesteguía y de Juana de Aldecoa y Borda, nació en Navarra en 1711. Dedicado a la carrera de las armas, se inició como soldado de caballería del rey Felipe V y, con el grado de capitán, dirigió el regimiento de dragones de Almansa que sirvieron en África. Después de una brillante carrera militar, durante la cual fue honrado con el hábito de caballero de la orden de Santiago (1736), y ostentando el grado de teniente coronel, fue trasladado en 1740 a la isla de Puerto Rico, y de aquí a la de Cuba. Algunos años más tarde, ya de regreso a su tierra natal, participó en la campaña portuguesa al frente del regimiento de dragones de Sagunto, con una destacada actuación en el asedio y toma de Almeyda (1762). Reconocido como mariscal de campo recibió, en 1773, el nombramiento de gobernador y capitán general de Chile y siete años después fue ascendido al grado de teniente general y nombrado virrey del Perú (10 de enero de 1780) , en sustitución de Manuel de Guirior. La recepción solemne de él por parte del cabildo de Lima se produjo el 5 de noviembre de ese año, a pesar de ejercer sus funciones desde julio. Es célebre el discurso de elogio pronunciado por José Baquíjano y Carrillo -con velada crítica al sistema colonial- en el acto de recibirlo por la Universidad de San Marcos (agosto de 1781).
Como su antecesor, tuvo que sufrir las intromisiones administrativas del Visitador General José Antonio de Areche, quien también había sido nombrado superintendente del tesoro real (1780). Sin embargo, gracias a su carácter conciliador, Jáuregui pudo evitar disputas de competencia e incluso lograr que se cambiara a aquel funcionario destemplado. La atención fundamental de su gobierno se concentró en el levantamiento del cacique de Pampamarca, José Gabriel Condorcanqui, quien, con el apoyo masivo de los indios locales, ejecutó al corregidor de Tinta y fue en persecución del de Quiquijana, dirigiendo una serie de de proclamas contra la injusticia. de impuestos, trabajo de mita y reparto forzoso de mercancías. El movimiento fue finalmente dominado por las tropas realistas comandadas por el general José del Valle, quien logró capturar al líder indígena (homónimo Túpac Amaru II en honor a sus antepasados ​​incas), en marzo de 1781. . Tanto el cacique Condorcanqui como su esposa y sus familiares más cercanos fueron cruelmente ejecutados en la plaza principal del Cuzco (18 de mayo de 1781). Posteriormente hubo que combatir las hostilidades mantenidas por un sobrino, Diego Cristóbal Tupac Amaru, quien también fue asesinado. A raíz de todo esto, se adoptaron medidas para impedir la circulación de imágenes y textos y la celebración de fiestas que ensalzaban el linaje de los incas, cuya memoria se había convertido para los indígenas en una suerte de salida utópica a la opresión virreinal. Además, se suprimieron las cátedras oficiales de lengua quechua y se abolió el odiado reparto de mercancías realizado por los corregidores.
Las rebeliones internas ya fueron prácticamente sofocadas cuando el virrey Jáuregui cedió el mando del país al caballero Teodoro de Croix, el 6 de abril de 1784. Murió en la ciudad de Lima sólo tres semanas después, a la edad de 73 años.


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