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Lluvia de carne, un año sin verano, oscuridad egipcia:presagios de un apocalipsis que (afortunadamente) no se hizo realidad

En un día soleado, el 3 de marzo de 1876, la señora Crouch, esposa de un granjero del área de Olympia Springs, Kentucky, y su nieto abandonaron la casa. Según su testimonio posterior, entre las 11:00 y el mediodía comenzaron a llover del cielo trozos de extraña materia blanca. Al principio, el niño dijo que era nieve, pero los fragmentos eran demasiado grandes y no había nubes. Un examen más detenido de los restos revelaría que... había caído lluvia de carne en la granja de Crouch.

Los trozos que cayeron del cielo eran de varios tamaños (el más grande no superaba el tamaño de una mano abierta), y algunos de ellos parecían estar cubiertos por una gruesa capa de grasa. Se suponía que la lluvia duraría varios minutos y cubriría un área de unos 100 metros por 50 metros.

Al principio, la señora Crouch estaba aterrorizada de que los trozos de carne fueran restos de algún trágico accidente que les ocurrió a su marido y a su hijo trabajando en el campo. Sin embargo, cuando los hombres regresaron a casa sanos y salvos, acordaron colectivamente que este evento extraordinario fue simplemente una de las señales divinas. Sin embargo, ¿estás seguro?

Puedo ver la oscuridad

La humanidad conoce las anomalías meteorológicas desde hace siglos. Varios de ellos han pasado a la historia no sólo por su escala, sino también por su singularidad.

El 19 de mayo de 1780, el cielo matutino sobre Nueva Inglaterra y partes de Canadá se oscureció. El apagón fue tan grande que los vecinos de la localidad neoyorquina de Rupert no pudieron ver el amanecer, y en Massachusetts hubo que encender velas al mediodía para ver cualquier cosa. La oscuridad no desapareció hasta la noche siguiente. Hubo varios elementos superpuestos detrás de su creación. Y ninguna de ellas fue una señal de Dios, aunque muchos de aquellos días así lo creyeron.

Lluvia de carne, un año sin verano, oscuridad egipcia:presagios de un apocalipsis que (afortunadamente) no se hizo realidad

Anillos anuales de pino (Pinus ponderosa) de 357 años con rastros de cinco incendios

Los habitantes de Nueva Inglaterra interpretan el "día de la oscuridad" (como se lo llamó más tarde) como un símbolo del inminente fin del mundo sin embargo, su principal motivo, señalado por los investigadores de hoy, fue un incendio en grandes extensiones forestales de la provincia de Ontario. El efecto de apagón se vio intensificado además por la densa niebla y la fuerte nubosidad.

Algunos testigos mencionaron posteriormente el aire que olía a quemado, así como la presencia de hollín y polvo en el agua de lluvia y de los ríos y arroyos cercanos. Gran parte de New Hampshire ha quedado sepultada con casi 15 cm de ceniza.

Un año sin verano ni lluvias de animales

Otra famosa aberración que ha dejado su huella en las páginas de la historia fue "un año sin verano". El título fue aclamado en 1816, cuando el hemisferio norte se vio afectado por una serie de anomalías climáticas violentas y catastróficas. Lo sintieron con mayor fuerza los habitantes del norte de Estados Unidos, Canadá y Europa. Incluso en junio de este año sufrieron fuertes y repentinas nevadas, y en julio y agosto con saltos repentinos de temperatura que en unas horas por el calor podría bajar a 0°C.

Los agricultores pagaron por ello enormes pérdidas. Los precios de los cereales y otros productos básicos se dispararon, lo que contribuyó a la estabilidad económica. Por ejemplo, en 1815 un bushel de avena en Estados Unidos se pagaba a 12 centavos, un año más tarde a 92 centavos. Las malas cosechas y el aumento de los precios de los alimentos han sumido a muchas comunidades en una crisis, provocando hambre, pobreza y un aumento de la violencia. Sin embargo, "un año sin verano" trajo un reflejo positivo en la actividad artística.

Las anomalías climáticas intensificaron diversos fenómenos, como los amaneceres y atardeceres, convirtiéndolos en extraordinarios espectáculos de la naturaleza. Estos, a su vez, se convirtieron en una inspiración, entre otros, para que William Turner pintara muchos de sus famosos cuadros.

Lluvia de carne, un año sin verano, oscuridad egipcia:presagios de un apocalipsis que (afortunadamente) no se hizo realidad

foto:William Turner / dominio público Las anomalías climáticas intensificaron diversos fenómenos, como los amaneceres y atardeceres, convirtiéndolos en extraordinarios espectáculos de la naturaleza. Estos, a su vez, se convirtieron en una inspiración, entre otros, para William Turner

Los días fríos y sombríos del verano de 1816 también animaron a un grupo de amigos que pasaban su tiempo junto al lago Lemán a dejar ir sus fantasías. Como resultado de sus encuentros conjuntos, reflexiones y juegos literarios, que los hicieron agradables el uno para el otro, se creó la novela "Frankenstein" de Mary Shelley.

Las llamadas "lluvias animales" también son conocidas desde la antigüedad. Peces, ranas, renacuajos, arañas, medusas o incluso gusanos que caen del cielo, contrariamente a lo que parece, no son fenómenos tan raros. La última "sopa de repollo" de ranas cayó en 2011 en Uruguay, y la de pescado en 2017 en Sri Lanka. Estas anomalías son provocadas principalmente por la acción de troncos de agua o torbellinos. Sin embargo, como creen muchos científicos, detrás de la lluvia de carne de Kentucky hubo una causa completamente diferente.

¿Qué pasó en Olimpia Springs?

La lluvia de carne en Kentucky despertó mucho interés, no sólo entre la población local, sino también entre la prensa nacional, incluida la científica. El material de lluvia fue recolectado y transportado para su análisis.

Los residentes locales también tuvieron mucho que decir sobre lo que cayó del cielo sobre Olympia Springs. Los valientes incluso decidieron probar la carne para identificar su tipo. Pensaban que era carne de cordero, ternera, caballo u oso.

En última instancia, el análisis realizado por el Dr. Allan McLane Hamilton de la Asociación Científica de Newark señaló que su muestra de carne residual era tejido pulmonar de un caballo o... de un bebé . Esta tesis surgió de la gran similitud de ambos en términos de estructura. Posteriormente fue confirmado por nuevas investigaciones y complementado con materiales de otras muestras identificadas como músculo y cartílago.

Entonces, ¿qué pasó en Olympia Springs, Kentucky, el 3 de marzo de 1876? Los científicos, después de examinar de cerca todo el asunto, concluyeron que la lluvia de carne no fue el resultado de ninguna anomalía climática, sino un ejemplo de un mecanismo de defensa de los buitres que viven cerca. En momentos de peligro, para reducir el peso corporal y acelerar la huida, devuelven el contenido del estómago no digerido.