historia historica

Las joyas del zar

Durante el traslado del Ministerio de Asuntos Exteriores a Estocolmo aparecieron algunas joyas del último zar de Rusia, Nicolás II. La tía del zar escondió los objetos de valor en 1917 en la embajada sueca en San Petersburgo para rescatarlos de las manos de los revolucionarios rusos.

En la noche del 17 al 18 de julio de 1918, el comandante Yakov Yurtovsky despierta a la familia real Romanov. ¿Quieren ir con él al sótano de la casa Ipatiev para hacerse una foto familiar? Se supone que la foto demostrará a Moscú que la familia sigue viva. Nicolás II, su esposa Alexandra Fyodorovna, sus cuatro hijas y su hijo bajan las escaleras dando tumbos. Los grupos familiares se agrupan ordenadamente. Pero entonces... una salva de ejecución. El zar, su esposa y su hijo mueren instantáneamente. Las hijas siguen vivas. Joyas, joyas y diamantes, escondidos en el corsé de las damas, han desviado las balas. Una segunda salva, seguida de una bayoneta clavada en el cuerpo. La última familia zar de Rusia ya no existe.

En mitad de la noche, los soldados rusos transportan los cadáveres en camiones a un pozo minero abandonado. Los soldados desnudan los objetos inanimados y descubren las joyas, joyas y diamantes. Cada uno agarra lo que puede. La mayoría desaparece en su propio bolsillo.

Contrabando

Pasan los años. Nadie sabe qué pasó con algunos de los Romanov capturados por los soldados y otras joyas. Hasta ahora. Durante un importante traslado del Ministerio de Asuntos Exteriores a Estocolmo, aparecieron en un archivo objetos valiosos y algunas joyas pertenecientes al zar y su familia. El ministro anunció que parte del hallazgo eran los gemelos de Nicolás, hechos por el famoso orfebre ruso Peter Carl Fabergé, y una pitillera enjoyada. La tía del zar, María Pavlovna, escondió los objetos de valor en 1917 en la embajada sueca en San Petersburgo para rescatarlos de las manos de los revolucionarios rusos. Posteriormente, los objetos de valor fueron pasados ​​de contrabando a Estocolmo. Pero muchos no lo sabían. María Pavlovna se llevó el secreto a la tumba en 1920.

El hallazgo probablemente valga dos millones de euros. Los familiares del zar están ahora en posesión del tesoro. La casa de subastas Sotheby's de Londres subastará los objetos de valor en noviembre.


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