Los arqueólogos han descubierto una habitación en una mansión en las afueras de Pompeya, que contiene camas y otros objetos, que arrojan luz sobre las condiciones de vida de los esclavos en la antigua ciudad romana, que fue destruida después de la erupción del volcán.
La habitación, que se conserva en excelentes condiciones, contiene tres camas de madera y otros objetos, entre ellos ánforas, jarras de cerámica y un orinal.
"Este nuevo e importante descubrimiento enriquece nuestra comprensión de la vida cotidiana de los habitantes de la antigua Pompeya, en particular de una clase social sobre la que se sabe poco", afirmó el Ministro de Cultura de Italia, Dario Franceschini.
Según el derecho romano, los esclavos eran considerados propiedad y no eran reconocidos como personas jurídicas.
La "sala de esclavos" está ubicada cerca del área donde se descubrió un carro ceremonial a principios de este año cerca de los establos de una antigua villa en Civita Juliana, 700 metros al norte de las murallas de la antigua Pompeya.
Dos de las camas tenían 1,7 metros de largo, mientras que la tercera tenía 1,4 metros, lo que indica que la habitación pudo haber sido utilizada por una pequeña familia de esclavos, según el ministro de Cultura.
Según la APE-MPE, la habitación, de 16 metros cuadrados, con una pequeña ventana en lo alto, servía también como espacio de almacenamiento, ya que en sus esquinas se encontraron ocho ánforas.
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