Revuelta contra los romanos: Tras la muerte de su marido, Prasutago, rey de la tribu Iceni, Boudicca se indignó cuando los romanos anexaron su territorio y tomaron posesión de sus tierras y riquezas. Reunió a los icenos y a varias otras tribus celtas para que se unieran a ella en una rebelión contra el dominio romano.
Destrucción de ciudades romanas: Las fuerzas de Boudicca lanzaron un ataque devastador contra los asentamientos romanos de Camulodunum (la actual Colchester), Verulamium (la actual St. Albans) y Londinium (la actual Londres). Estas ciudades fueron incendiadas y saqueadas, y miles de ciudadanos y colonos romanos fueron asesinados.
Batalla contra Suetonio Paulino: Los romanos, liderados por el gobernador de Gran Bretaña, Cayo Suetonio Paulino, respondieron con una campaña militar contra las fuerzas de Boudicca. La batalla decisiva tuvo lugar en la batalla de Watling Street, donde los bien organizados y disciplinados legionarios romanos infligieron numerosas bajas al ejército de Boudicca.
El suicidio de Boudicca: Tras la derrota en Watling Street, Boudicca se quitó la vida para evitar ser capturada por los romanos. La forma exacta de su muerte es incierta, pero se cree que pudo haber consumido veneno.
La rebelión de Boudicca finalmente no logró asegurar la independencia celta permanente de Roma, pero sus acciones se convirtieron en símbolos legendarios e inspiradores de resistencia contra la dominación extranjera. Sigue siendo una figura histórica importante en la historia y la identidad cultural británica.