Estos métodos de juicio fueron eventualmente reemplazados por el sistema judicial moderno, que se basa en la presentación de pruebas y testimonios ante el tribunal. Hubo varias razones por las que terminó el juicio por ordalía y el combate:
* No eran fiables. El juicio por ordalía y el combate no eran formas fiables de determinar la culpabilidad o la inocencia. En el juicio por ordalía, se creía que Dios protegería a una persona inocente de cualquier daño, pero no siempre fue así. En el juicio por combate, el resultado a menudo dependía de la fuerza y habilidad de los luchadores, más que de su culpa o inocencia.
* Fueron injustos. Los juicios mediante ordalías y combates eran a menudo injustos para los acusados. En el juicio por ordalía, el acusado era obligado a someterse a una prueba peligrosa o dolorosa, incluso si era inocente. En el juicio por combate, los acusados a menudo estaban en desventaja si no eran luchadores hábiles.
* Fueron inhumanos. Los juicios por ordalías y los combates eran a menudo brutales e inhumanos. En el juicio por ordalía, el acusado podría sufrir lesiones graves o incluso la muerte. En juicio por combate, las peleas podrían ser mortales.
A medida que la Ilustración se extendía por Europa, la gente empezó a cuestionar la legitimidad del juicio mediante pruebas y combates. Estos métodos fueron finalmente abolidos en la mayoría de los países europeos a finales del siglo XVIII.