- Resistencia del gobierno español: Los planes de Austin de establecer una colonia en Texas entraban en conflicto con el reclamo del gobierno español sobre la región. Las autoridades españolas desconfiaban de permitir la entrada de colonos estadounidenses a Texas y temían que la colonia de Austin condujera a que Estados Unidos obtuviera el control del territorio.
- Terreno y clima difíciles: Texas era un desierto vasto e implacable, con condiciones climáticas extremas y falta de infraestructura. Austin y sus colonos enfrentaron numerosos desafíos al viajar a Texas y establecer sus asentamientos, incluidos ríos traicioneros, bosques densos y veranos abrasadores.
- Tribus nativas americanas: La colonia de Austin estaba ubicada en un área que albergaba varias tribus nativas americanas, incluidos los comanches, apaches y karankawas. Estas tribus a menudo eran hostiles hacia los colonos y participaban en frecuentes incursiones y ataques, lo que representaba una amenaza constante para la supervivencia de la colonia.
- Enfermedad: Texas también estuvo plagada de diversas enfermedades, incluidas la fiebre amarilla, la malaria y el cólera. Estas enfermedades se propagaron rápidamente entre los colonos, causando enfermedades y muertes generalizadas.
- Dificultades financieras: Austin y sus colonos enfrentaron numerosos desafíos financieros al establecer su colonia. Tuvieron que conseguir financiación para su expedición, comprar tierras al gobierno mexicano y proporcionar suministros a los colonos.
- Inestabilidad política: Texas era una región políticamente volátil, con frecuentes cambios de gobierno y conflictos entre diferentes facciones. Estas incertidumbres políticas crearon un entorno impredecible y desafiante para que Austin y sus colonos navegaran.