historia historica

¿Qué pasó al final de Un mundo feliz?

En el capítulo final de _Un mundo feliz_ de Aldous Huxley, Juan el Salvaje lidera una violenta rebelión contra el Estado Mundial. Los rebeldes asaltan el Criadero y Crematorio del centro de Londres, donde destruyen la maquinaria que produce y acondiciona a los ciudadanos del Estado Mundial. También matan al Contralor, el funcionario de mayor rango del Estado Mundial.

Sin embargo, la rebelión finalmente no tuvo éxito. Las fuerzas del Estado Mundial son demasiado poderosas y los rebeldes están superados en número y armas. John es capturado y llevado a la oficina del Contralor, donde lo confronta Mustapha Mond, el Asistente del Contralor Mundial. Mond le explica a John que el Estado Mundial es una utopía y que los ciudadanos del Estado Mundial están felices y contentos. Sostiene que el deseo de John de libertad e individualidad es una ilusión peligrosa y que sólo conduciría al dolor y al sufrimiento.

A John no le convencen los argumentos de Mond y se niega a renunciar a su creencia en la libertad. Lo llevan al centro de acondicionamiento, donde lo someten a una serie de tratamientos diseñados para lavarle el cerebro y hacerlo ajustarse a los valores del Estado Mundial. Los tratamientos tienen éxito y John finalmente sale del centro de acondicionamiento. Regresa a la Reserva Salvaje, donde vive el resto de sus días como una figura solitaria y aislada.

El final de _Un mundo feliz_ es una advertencia sobre los peligros del totalitarismo y el conformismo social. La novela de Huxley muestra cómo una sociedad que valora la estabilidad y el orden por encima de todo puede caer fácilmente en la tiranía. También muestra cómo los individuos que valoran su libertad e individualidad pueden ser fácilmente aplastados por un Estado poderoso.