Estos son algunos de los factores que llevaron a la gente a mudarse a Hoovervilles:
Desempleo y pobreza: La Gran Depresión provocó desempleo y pobreza generalizados. Millones de personas perdieron sus empleos y muchas no pudieron encontrar un nuevo empleo. Como resultado, no pudieron pagar el alquiler ni la hipoteca y fueron desalojados de sus hogares.
Sin techo: Sin ningún otro lugar adonde ir, muchos de los desempleados y personas sin hogar se mudaron a Hoovervilles. Estos asentamientos a menudo estaban ubicados en las afueras de pueblos y ciudades, donde la gente podía encontrar refugio de los elementos.
Disturbios sociales: La Gran Depresión también provocó malestar social y radicalismo político. Muchas personas que perdieron sus empleos y sus hogares sintieron que el gobierno les había fallado y estaban enojadas y frustradas. Hoovervilles se convirtió en caldo de cultivo para el activismo político, ya que la gente buscaba organizarse y luchar por sus derechos.
Falta de asistencia gubernamental: El gobierno federal brindó poca asistencia directa a los desempleados y a las personas sin hogar durante la Gran Depresión. El presidente Hoover no creía en la intervención del gobierno en la economía y argumentaba que las organizaciones benéficas privadas eran suficientes para ayudar a los necesitados. Como resultado, muchas personas que luchaban por llegar a fin de mes no tuvieron más remedio que recurrir a Hoovervilles.
Los Hooverville fueron un subproducto trágico de la Gran Depresión. Fueron un recordatorio de las dificultades económicas y sociales que millones de estadounidenses experimentaron durante este momento difícil.