- Su oposición al Comité de Seguridad Pública: Los girondinos se opusieron ferozmente al Comité de Seguridad Pública, un poderoso organismo creado por la Convención Nacional en 1793 para liderar el esfuerzo bélico y mantener el orden público. El Comité, dominado por jacobinos radicales, consideraba a los girondinos demasiado moderados y una amenaza para la revolución.
- Su apoyo al federalismo: Los girondinos abogaban por un sistema de gobierno federal, donde el poder estaría descentralizado y compartido entre organismos regionales. Esto fue visto como un desafío al poder centralizado del gobierno liderado por los jacobinos en París.
- Sus críticas a las políticas radicales de los jacobinos: Los girondinos criticaron las medidas cada vez más radicales adoptadas por los jacobinos, como la Ley de Sospechosos, que permitía detenciones arbitrarias, y el Reino del Terror, que se saldó con la ejecución de miles de personas.
- Su popularidad entre la burguesía y las clases ricas: Los girondinos procedían en gran medida de las clases profesionales y mercantiles, y contaban con un apoyo considerable de estos segmentos de la sociedad. Esto los convirtió en un objetivo para los jacobinos, que veían a la burguesía como contrarrevolucionaria.
- Maniobras políticas de los jacobinos: Los jacobinos manipularon hábilmente el panorama político para desacreditar a los girondinos. Los acusaron de traición, traición y conspiración con potencias extranjeras. Esta campaña de propaganda erosionó la confianza pública en los girondinos y facilitó su caída.
El arresto de los líderes girondinos condujo en última instancia al establecimiento del Reino del Terror, un período de medidas radicales y violentas bajo el gobierno jacobino.