1. Pan y mantequilla: El punto de partida oficial del Gran Incendio de Londres, según la piedra conmemorativa situada fuera del Monumento, es Pudding Lane, donde comenzó el incendio en una panadería propiedad de Thomas Farriner. Supuestamente, la criada de Farriner, que supuestamente se llamaba Sarah, dejó pan en el horno de la panadería demasiado tiempo, lo que provocó el incendio.
2. Londres, casi un puerto marítimo: Si no fuera por las acciones heroicas del alcalde de Londres en ese momento, Sir Thomas Bludworth, el Gran Incendio podría haber sido aún más devastador. Cuando se enteró por primera vez de las crecientes llamas, las descartó como "sólo un cuento de mujeres". Esta inacción inicial podría haberle costado caro a Londres, pero pronto se dio cuenta de la gravedad de la situación.
3. Condiciones climáticas peculiares: El Gran Incendio coincidió con un período conocido como el "Año de las Maravillas" debido a condiciones climáticas inusualmente extremas. Estas condiciones incluyeron el invierno más frío en 500 años, seguido de un verano muy caluroso y seco. Esto contribuyó a la rápida propagación del incendio y dificultó su contención.
4. Bendiciones arquitectónicas disfrazadas: La destrucción masiva causada por el Gran Incendio supuso una oportunidad única para la renovación de Londres y la introducción de la arquitectura contemporánea de la época. Sir Christopher Wren, el renombrado arquitecto, fue responsable de diseñar y reconstruir muchos de los monumentos más emblemáticos de Londres después del incendio. La Catedral de San Pablo, con su icónica cúpula, es uno de los productos más famosos de este esfuerzo de reconstrucción.
5. Controversia sobre compensación monetaria: El Gran Incendio creó una enorme carga financiera para la ciudad. Esto llevó al surgimiento de una de las primeras formas de seguro contra incendios. Surgieron compañías de seguros que ofrecieron cobertura contra daños por incendio, aunque con primas muy elevadas. Algunos críticos afirmaron que las compañías de seguros en realidad provocaron incendios sólo para sacar provecho de sus propias reclamaciones de seguros, lo que llevó a una investigación por parte del Parlamento.