En respuesta al boicot, la comunidad judía creó una serie de organizaciones de ayuda para ayudar a los afectados. Estas organizaciones proporcionaron comida, ropa y refugio a los necesitados, y también ayudaron a los judíos a encontrar nuevos trabajos. Sin embargo, el boicot tuvo un impacto duradero en la comunidad judía, y la comunidad tardó muchos años en recuperarse del daño causado.