La dieta de los primeros humanos variaba mucho según su ubicación geográfica y la disponibilidad de recursos. En general, la gente comía lo que tenía disponible localmente. Por ejemplo, en las regiones tropicales la gente comía muchas frutas, verduras y pescado. En las regiones frías, la gente comía más carne, pescado y productos lácteos.
Algunos de los alimentos más comunes que se consumían en la antigüedad incluían:
- Cereales:trigo, cebada, arroz, maíz (maíz), avena
- Legumbres:judías, lentejas, garbanzos
- Verduras:cebollas, ajos, zanahorias, nabos, coles.
- Frutas:manzanas, peras, uvas, higos, dátiles.
- Frutos secos:almendras, nueces, avellanas
- Semillas:semillas de sésamo, semillas de lino, semillas de chía
- Carne:ternera, cerdo, cordero, pollo, pescado.
- Productos lácteos:leche, yogur, queso.
- Especias:pimienta negra, comino, canela, jengibre.
- Miel:utilizada como edulcorante y con fines medicinales.
- Cerveza y vino:elaborados a partir de cereales y frutas fermentados.
En la antigüedad, la gente también comía una variedad de alimentos silvestres, como setas, bayas, nueces y semillas. También cazaban y pescaban para alimentarse. La dieta de los primeros humanos era a menudo estacional, ya que dependían de la disponibilidad de ciertos alimentos en diferentes épocas del año.
A medida que las civilizaciones se desarrollaron y el comercio aumentó, la gente empezó a tener acceso a una variedad más amplia de alimentos. Esto provocó cambios en la dieta y el desarrollo de nuevas tradiciones culinarias.