Si bien el régimen nazi prohibió y castigó estrictamente el canibalismo, varios factores contribuyeron a su aparición:
1. Hambre y escasez extrema de alimentos: Los prisioneros en los campos de concentración a menudo eran sometidos a una hambruna severa, lo que los llevaba a un deseo abrumador de comida para sobrevivir.
2. Falta de recursos: Muchos campos de concentración carecían gravemente de recursos, incluidos alimentos y suministros médicos. Esta escasez llevó a veces a los prisioneros a recurrir a medidas desesperadas, incluido el canibalismo, para sobrevivir.
3. Aislamiento y desesperación: Las condiciones deshumanizantes y el aislamiento extremo de los campos de concentración contribuyeron al colapso de las normas morales y sociales, lo que llevó a algunos prisioneros a actuar por desesperación.
4. Trauma psicológico: El trauma extremo y la angustia psicológica que experimentan los prisioneros de los campos de concentración podrían afectar el juicio y la racionalidad, lo que llevaría a acciones extremas.
5. Coerción o manipulación psicológica: En raros casos, ha habido informes de individuos que fueron obligados o coaccionados por otros prisioneros a participar en canibalismo.
Es importante señalar que el canibalismo no estaba muy extendido en los campos de concentración y que la mayoría de los prisioneros no participaban en tales prácticas. Sin embargo, se produjeron casos aislados, lo que pone de relieve las circunstancias extremas y el sufrimiento humano durante este período.