Sequía: Chichén Itzá dependía en gran medida de las lluvias para la agricultura, y una sequía prolongada en el siglo XII pudo haber causado pérdidas generalizadas de cosechas y hambrunas, lo que llevó al colapso de la ciudad.
Guerra: Chichén Itzá estaba constantemente en guerra con sus vecinos, y es posible que la ciudad haya quedado debilitada por una serie de derrotas en la batalla.
Luchas internas: Chichén Itzá era una sociedad altamente estratificada y es posible que haya habido conflictos internos entre la clase dominante y la gente común.
Epidemia: Un brote de enfermedad también podría haber diezmado la población de Chichén Itzá, provocando el colapso de la ciudad.
Desastre natural: Un huracán, terremoto u otro desastre natural podría haber destruido Chichén Itzá, obligando a sus habitantes a abandonar la ciudad.
Es probable que una combinación de estos factores contribuyera a la caída de Chichén Itzá.