Mientras Arthur y sus caballeros reman hacia la barcaza, se despide de su leal seguidor, Sir Bedivere. Le ordena a Bedivere que devuelva Excalibur, su espada legendaria, a la Dama del Lago. Luego, Arthur se acuesta en la barcaza y esta comienza a alejarse, llevándolo hacia Avalon.
Según la leyenda, Arthur no debe morir, sino dormir en Avalon hasta que lo necesiten nuevamente. Algunos creen que cuando Gran Bretaña se enfrente a un grave peligro, Arturo regresará de Avalon para salvar el reino.