En el contexto del libro, que aborda las tensiones raciales y sociales en los Estados Unidos en ese momento, Baldwin utiliza la metáfora del fuego para simbolizar tanto el potencial de violencia y destrucción, como el potencial de purificación y transformación. El título sugiere que el país está al borde de una crisis o confrontación, con potencial para el caos o la renovación. También subraya la urgencia de la situación y la necesidad de cambio.
En un sentido más amplio, el título "La próxima vez el fuego" sirve como un llamado a la acción para que los individuos y la nación en su conjunto enfrenten y aborden los problemas subyacentes del racismo, la injusticia social y la desigualdad con el fin de prevenir la violencia y crear una sociedad más justa y equitativa.