1. Declive del Gobierno Central: Durante el período Muromachi (1336-1573), el poder del gobierno central, el shogunato Ashikaga, se debilitó gradualmente debido a conflictos internos y amenazas externas. La autoridad del shogun disminuyó, lo que llevó a una descentralización del poder.
2. El ascenso de la clase samurái: Los samuráis eran la nobleza militar y los guerreros de Japón. A medida que el gobierno central se debilitó, las familias y clanes samuráis comenzaron a afirmar su independencia y control sobre la tierra y los recursos.
3. Control Provincial: Los señores provinciales (shugo) y los hombres fuertes locales (kokujin) aprovecharon la debilitada autoridad central y ampliaron su influencia consolidando su poder dentro de sus respectivas provincias.
4. Propiedad de la tierra: El control de la tierra era esencial para la riqueza y el poder militar. Los señores de la guerra que controlaban tierras agrícolas fértiles y tenían la capacidad de movilizar tropas tenían una ventaja significativa.
5. Conflictos internos: Japón se vio envuelto en numerosos conflictos internos, incluida la Guerra Ōnin (1467-1477), que debilitó aún más al gobierno central y permitió a los señores locales ganar más poder.
6. Fuerza militar: Los señores de la guerra invirtieron en formar ejércitos fuertes, contratar samuráis expertos y adquirir armamento avanzado. Utilizaron su destreza militar para expandir sus territorios y defender sus dominios de sus rivales.
7. Alianzas y Matrimonios: Los señores de la guerra a menudo formaban alianzas y celebraban acuerdos matrimoniales para asegurar su poder. Estas alianzas y relaciones les ayudaron a consolidar su control sobre las regiones.
8. Factores Económicos: Los señores de la guerra también se centraron en el desarrollo económico para apoyar sus ambiciones militares y mantener la estabilidad de sus dominios. Fomentaron la agricultura, el comercio y el comercio para generar riqueza.
9. Cambios culturales y sociales: El cambiante panorama sociopolítico de Japón, incluido el surgimiento de nuevas clases económicas y la influencia del budismo zen, también contribuyó al surgimiento de los señores de la guerra.
La combinación de estos factores facilitó el surgimiento de poderosos señores de la guerra durante el período Sengoku (la era de los estados en guerra) en Japón. Estos señores de la guerra desempeñaron un papel importante en la configuración de la historia de Japón y allanaron el camino para la eventual reunificación del país bajo el gobierno del shogunato Tokugawa a principios del siglo XVII.