Expansionismo japonés: La principal preocupación de Estados Unidos era la rápida expansión del Imperio japonés en Asia. Japón había invadido y ocupado grandes zonas de China, el sudeste asiático y el Pacífico, amenazando los intereses y territorios estadounidenses en la región.
Control de Recursos Naturales: Las conquistas de Japón fueron impulsadas en parte por el deseo de asegurar recursos naturales vitales, como petróleo, caucho y minerales. A Estados Unidos le preocupaba que el control de Japón sobre estos recursos le diera una ventaja económica significativa y fortaleciera su poder militar.
Violación de la política de puertas abiertas: Estados Unidos había abogado durante mucho tiempo por una "política de puertas abiertas" en China, que exigía un acceso igualitario a las oportunidades comerciales y de inversión para todas las naciones. Las acciones agresivas de Japón en China violaron esta política y amenazaron los intereses económicos estadounidenses en la región.
Apoyo a los nacionalistas chinos: Estados Unidos había estado brindando apoyo al gobierno nacionalista chino liderado por Chiang Kai-shek en su resistencia contra la agresión japonesa. Sin embargo, con los éxitos de Japón en la guerra, hubo preocupaciones sobre la capacidad de los nacionalistas para contrarrestar eficazmente los avances japoneses.
Amenaza para Filipinas y los territorios del Pacífico: Estados Unidos tenía posesiones coloniales en la región de Asia y el Pacífico, incluida Filipinas. Los avances militares de Japón trajeron una amenaza directa a estos territorios, generando preocupaciones sobre su seguridad y la de los ciudadanos estadounidenses que viven allí.
Militarismo creciente: Las tendencias militaristas del gobierno japonés y de los líderes militares alimentaron las preocupaciones de Estados Unidos. Las acciones de Japón mostraron un desprecio por los tratados y acuerdos internacionales, y sus líderes parecían decididos a una mayor expansión y dominación.
En general, Estados Unidos estaba profundamente preocupado por la situación en Asia durante la Segunda Guerra Mundial debido a los temores al imperialismo japonés, las violaciones de las políticas comerciales abiertas, el impacto sobre los recursos naturales vitales, la seguridad de los territorios estadounidenses y el creciente militarismo en la región. Estas preocupaciones fueron factores importantes en la decisión de Estados Unidos de entrar en la guerra contra Japón y sus aliados.