El Zen, también conocido como Chan (en chino) o Seon (en coreano), se desarrolló a partir de las enseñanzas del monje indio Bodhidharma, que se cree que vivió en algún momento entre los siglos V y VI d.C. Bodhidharma viajó a China y se le atribuye la introducción de la práctica de meditación conocida como "apuntar directamente a la mente", que se centraba en el momento presente y la iluminación repentina.
Las enseñanzas de Bodhidharma se incorporaron al budismo chino y eventualmente dieron lugar a la tradición Chan. A medida que la tradición Chan crecía en popularidad en China, se desarrollaron varias escuelas de budismo zen, cada una con su propio enfoque y prácticas. Estas escuelas se extendieron posteriormente a Japón, Corea y otros países, dando lugar a las diversas escuelas Zen que existen en la actualidad.
Aunque el budismo zen ha sufrido numerosas alteraciones y variaciones a lo largo del tiempo, todavía mantiene enseñanzas e ideas budistas fundamentales, incluida la noción del no-yo, la búsqueda de la iluminación y el valor de la meditación para lograr la comprensión. Como tal, el budismo zen se considera una tradición legítima e importante dentro de la religión budista en general, y su historia se remonta a las enseñanzas de Buda.