1. Diferentes ideologías: Los bolcheviques eran un partido revolucionario marxista inspirado en las ideas del socialismo y el comunismo. Buscaban establecer una dictadura proletaria y desmantelar el capitalismo. Por otro lado, Rasputín era un campesino místico impregnado de creencias religiosas y misticismo. Su influencia se produjo predominantemente dentro de la Iglesia Ortodoxa Rusa y promovió una mezcla de tradicionalismo, superstición y prácticas curativas.
2. Opuestos políticos: Los bolcheviques se oponían políticamente al régimen zarista, sobre el que Rasputín tenía una influencia significativa. Rasputín estaba estrechamente asociado con la familia del zar, especialmente con la emperatriz Alejandra, y a menudo intervenía en asuntos políticos, proponiendo sus propios candidatos e influyendo en las políticas. Esta participación lo puso en conflicto con los bolcheviques y otros grupos políticos progresistas que lo veían como una fuerza corruptora en el gobierno.
3. Postura antisistema: Los bolcheviques eran fundamentalmente antisistema y pretendían derrocar el orden social y político existente. Consideraban el régimen zarista como un símbolo de opresión, desigualdad y explotación, y buscaban desmantelarlo por medios revolucionarios. Rasputín, por otra parte, era parte del establishment, disfrutaba de estrechos vínculos con la élite gobernante y utilizaba su influencia para dar forma a los acontecimientos dentro del sistema existente.
4. Secularismo versus mística religiosa: Los bolcheviques estaban impulsados por una ideología secular que rechazaba la influencia religiosa en la política y la sociedad. Abogaban por la completa separación de la Iglesia y el Estado y pretendían combatir el papel dominante de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que Rasputín representaba y promovía.
5. Percepción pública: La reputación de Rasputín entre el público en general también influyó en la actitud de los bolcheviques hacia él. Fue ampliamente percibido como un manipulador, oportunista y fuente de escándalo y corrupción dentro de la corte del zar. Los bolcheviques aprovecharon esta imagen negativa para desacreditar aún más al régimen contra el que luchaban.
En resumen, los bolcheviques veían a Rasputín como un místico religioso reaccionario y una herramienta del régimen zarista, al que se oponían rotundamente. Sus diferencias ideológicas, objetivos políticos y orientación secular los enfrentaron con Rasputín y alimentaron aún más su determinación de derrocar al gobierno zarista.