Muchos trabajadores del Norte temían que los afroamericanos liberados compitieran con ellos por empleos, bajaran los salarios y amenazaran sus medios de vida.
Prejuicios raciales y discriminación
Las actitudes racistas también prevalecían en la sociedad del Norte, y muchos trabajadores tenían estereotipos y prejuicios negativos hacia los afroamericanos. Los temores a la igualdad social y política alimentaron aún más la oposición a la abolición.
Poder y control político
El Partido Demócrata del Norte, que tenía una base fuerte entre los votantes blancos de la clase trabajadora, a menudo se alineaba con los esclavistas del Sur en cuestiones económicas y políticas. Esta alianza, conocida como la "Conspiración del Poder del Esclavo", tenía como objetivo proteger los intereses tanto de los demócratas del Norte como de los plantadores del Sur y contribuyó a la resistencia contra la abolición.
Falta de comprensión y empatía
Muchos trabajadores del Norte tenían un contacto limitado con los afroamericanos y carecían de una comprensión profunda de las injusticias y dificultades que enfrentaban los esclavos. Esta exposición limitada contribuyó a la falta de empatía y apoyo a la causa abolicionista entre algunos segmentos de la clase trabajadora del Norte.
Derechos de los estados y poder federal limitado
Algunos trabajadores del Norte apoyaron la idea de los derechos de los estados y creían que el gobierno federal no debería interferir en asuntos relacionados con la esclavitud, que consideraban una cuestión estatal. Esta posición se alineó con los intereses de los estados del sur que se resistieron a la intervención federal para proteger la institución de la esclavitud.