Consideraciones políticas en los Estados Unidos:
- Seccionalismo: La anexión de Texas fue un tema divisivo en los Estados Unidos, particularmente debido al tema de la esclavitud. Los estados del sur, que apoyaban en gran medida la esclavitud, estaban a favor de la anexión, mientras que muchos estados del norte, que se oponían cada vez más a la esclavitud, se oponían a ella. El temor de alterar el delicado equilibrio entre los estados libres y esclavistas de la Unión retrasó la anexión.
- Movimiento abolicionista: El creciente movimiento abolicionista en los Estados Unidos se opuso firmemente a la anexión de Texas, ya que creían que expandiría el territorio donde la esclavitud era legal y aumentaría el poder político de la facción pro-esclavitud. La influencia de los sentimientos abolicionistas complicó aún más el proceso de anexión.
Factores externos:
- Oposición mexicana: México, que había perdido Texas en la Revolución de Texas, nunca reconoció a la República de Texas como una nación independiente y consideró la anexión por parte de Estados Unidos como un acto de agresión. La amenaza de guerra con México se cernía sobre el debate sobre la anexión y era una preocupación importante para Estados Unidos, especialmente considerando la actual guerra entre México y Estados Unidos (1846-1848).
- Participación europea: Las potencias europeas, particularmente Gran Bretaña y Francia, tenían interés en mantener un equilibrio de poder en las Américas y estaban preocupadas por la posible expansión de Estados Unidos. Expresaron su oposición a la anexión de Texas, que añadió una dimensión internacional al debate y lo hizo más complejo.
- Consideraciones económicas: Algunos miembros del Congreso y el público en general de Estados Unidos cuestionaron la viabilidad financiera y los beneficios económicos de anexar Texas. La República de Texas tenía deudas importantes y había preocupaciones sobre los costos y riesgos potenciales asociados con su integración a la Unión.
Estos factores se combinaron para crear una situación compleja que retrasó la anexión de la República de Texas a los Estados Unidos durante casi una década. Fue sólo después de la resolución de la guerra entre México y Estados Unidos y la dinámica política cambiante que Texas finalmente fue admitido en la Unión como el estado número 28 en 1845.