En segundo lugar, Nueva Orleans era la ciudad más grande y rica del Sur en ese momento. Su captura fue un golpe simbólico para la Confederación y elevó la moral de la Unión. También tuvo un impacto económico significativo, ya que la Unión obtuvo el control de rutas comerciales vitales y acceso a recursos valiosos como el algodón y el azúcar.
En tercer lugar, la victoria de la Unión en Nueva Orleans abrió el río Mississippi al control de la Unión. El río Mississippi era una ruta de transporte crítica que permitió a las fuerzas de la Unión mover suministros y tropas a lo largo de los territorios occidentales y hacia el sur profundo. Esto debilitó aún más el control confederado sobre los territorios occidentales y les hizo más difícil resistir los avances de la Unión.
En general, la captura de Nueva Orleans fue un punto de inflexión en la Guerra Civil. Debilitó a la Confederación, reforzó la moral de la Unión y abrió nuevas vías para los avances de la Unión. Preparó el escenario para nuevos éxitos de la Unión y, en última instancia, contribuyó a la victoria de la Unión en la Guerra Civil.