Importancia geográfica :Los estados fronterizos, incluidos Maryland, Delaware, Kentucky y Missouri, estaban ubicados a lo largo de la frontera entre los estados del norte y del sur. Controlar estos estados fue crucial para que la Unión mantuviera su acceso al río Mississippi y al Oeste, así como para evitar que la Confederación expandiera su territorio.
Factores económicos :Los estados fronterizos eran económicamente importantes para ambos lados. Eran importantes productores de productos agrícolas, como tabaco y cáñamo, y también sirvieron como centros de transporte para el comercio y el comercio. Controlar estos estados permitió a la Unión mantener su fortaleza económica y alterar la economía del Sur.
Consideraciones políticas :Los estados fronterizos tenían un número significativo de ciudadanos pro-Unión y, a menudo, estaban políticamente divididos. La Unión reconoció que ganarse a los estados fronterizos ayudaría a fortalecer su apoyo político y legitimar su causa. Si los estados fronterizos se hubieran separado, la Unión habría quedado rodeada de territorios hostiles, lo que haría más difícil proseguir la guerra.
Influencia en otros estados del sur :Mantener los estados fronterizos en la Unión podría influir potencialmente en las lealtades de otros estados del sur. Si la Unión pudiera demostrar su capacidad para retener a estos estados, podría alentar a otros estados del Sur a reconsiderar la secesión.
Asegurar Washington D.C. Los estados fronterizos de Maryland y Delaware estaban geográficamente cerca de la capital de la nación, Washington D.C. Mantener el control sobre estos estados ayudó a proteger la sede del gobierno federal y garantizar su seguridad.
Al ganar los estados fronterizos, la Unión buscó fortalecer su posición militar, impulsar su economía, mejorar su legitimidad política y potencialmente reducir el número de estados confederados. Estos factores hicieron que los estados fronterizos fueran cruciales para la estrategia general y el éxito de la Unión durante la Guerra Civil.