2. Para obtener ventajas militares y económicas: Las alianzas podrían proporcionar a los países acceso a recursos militares y apoyo económico adicionales, lo que podría ser fundamental en caso de guerra. Por ejemplo, una alianza con un país que tuviera una armada fuerte podría brindar acceso a bases navales y barcos, mientras que una alianza con un país que tuviera una economía fuerte podría brindar acceso a recursos y suministros financieros.
3. Para obtener apoyo diplomático: Las alianzas también podrían proporcionar a los países apoyo diplomático, lo que podría ser útil para resolver conflictos pacíficamente o para obtener apoyo internacional para su posición. Por ejemplo, una alianza con un país poderoso podría ayudar a presionar a un agresor para que retroceda, o podría ayudar a obtener reconocimiento internacional para los reclamos de un país.
4. Para establecer un equilibrio de poder: Las alianzas podrían usarse para crear un equilibrio de poder entre diferentes países o grupos de países. Esto podría ayudar a evitar que un país se vuelva demasiado poderoso y podría ayudar a mantener la paz.
5. Para promover valores e intereses compartidos: Las alianzas también podrían utilizarse para promover valores e intereses compartidos entre diferentes países. Por ejemplo, una alianza entre países democráticos podría ayudar a promover la democracia en todo el mundo, o una alianza entre países comprometidos con la protección ambiental podría ayudar a promover la sostenibilidad ambiental.
En el período previo a la Primera Guerra Mundial, se formaron una serie de alianzas entre las principales potencias europeas. Estas alianzas fueron diseñadas para disuadir la agresión, obtener ventajas militares y económicas y establecer un equilibrio de poder. Sin embargo, también contribuyeron al estallido de la guerra al hacer más difícil para los países resolver los conflictos pacíficamente y al crear una situación en la que cualquier conflicto entre dos países podría convertirse rápidamente en una guerra a gran escala.