La protección física es una necesidad que luego se convirtió en "hogares" a través de la convivencia colectiva, la convivencia, las costumbres y el confort social. Estas fueron las condiciones que posteriormente permitieron al ser humano inventar un método y sus técnicas para transformar el paisaje a su gusto y según sus necesidades a través de la arquitectura.


Sin embargo, hacia el segundo milenio antes de la era cristiana, un gran número de pueblos iniciaron una compleja proceso de organización urbana, en el que no sólo destacaron las casas, sino que se inició el uso de edificios monumentales en los que se realizaban tareas de observación astronómica y cálculo del tiempo, así como los ríos en ofrendas y ceremonias. Estos edificios estuvieron representados en el departamento de Lima. Posteriormente se construyeron grandes ciudades, centros administrativos, complejos sistemas de protección y supervivencia frente a los fenómenos de la naturaleza (viento, calor, frío, lluvia, etc.) y frente a otros animales que por sus características físicas pueden resultar peligrosamente agresivos para nuestra vida. integridad. Esta cuestión, por tanto, es tan importante como la de la alimentación y se resolvió desde tiempos muy antiguos mediante la búsqueda de refugios en cuevas y abrigos rocosos hasta que posteriormente se empezaron a construir construcciones de distintos materiales como los que utilizamos actualmente. De esta manera, los pueblos fueron organizando su vida a partir del enriquecimiento de sus técnicas arquitectónicas en función de la mayor complejidad de sus necesidades, debido a sus descubrimientos en otras disciplinas y al progresivo aumento de su capacidad de transformar el entorno natural. La búsqueda permanente de un equilibrio entre las fuerzas de la naturaleza y el incremento de la cultura es lo que permitió a los pueblos antiguos alcanzar la excelente calidad de vida que encontraron los europeos cuando llegaron a estas tierras en 1532.
Por Luis G. Lumbreras
Los orígenes de la civilización en el Perú (Lima:Milla Batres, 1983 –1972–). Extractos seleccionado, págs. 52-62.
