Estos esclavos fueron capturados en África y vendidos a los ingleses por traficantes de esclavos portugueses. Luego fueron transportados a través del Océano Atlántico en condiciones insalubres y de hacinamiento, y muchos murieron durante el viaje. Los que sobrevivieron fueron vendidos en subasta a propietarios de plantaciones en Virginia.
La llegada de estos esclavos marcó el comienzo de una larga y trágica historia de esclavitud en Estados Unidos. Durante los dos siglos siguientes, millones de africanos serían transportados por la fuerza a América, donde fueron obligados a trabajar en condiciones duras y peligrosas. La institución de la esclavitud tendría un impacto devastador en las comunidades afroamericanas y dejaría un legado duradero de racismo y discriminación que persiste hasta el día de hoy.