Según el censo de 1860, el precio medio de un esclavo en Estados Unidos era de 800 dólares. Sin embargo, esta cifra es engañosa, ya que no tiene en cuenta la amplia gama de precios que podían alcanzar los esclavos. Por ejemplo, un peón de campo de primer nivel en el sur profundo podría venderse por hasta 1.500 dólares, mientras que un esclavo anciano o enfermizo podría venderse por tan solo 100 dólares.
La siguiente tabla muestra el precio promedio de los esclavos en diferentes regiones de Estados Unidos en 1860:
| Región | Precio Promedio |
|---|---|
| Sur profundo | $1,000 |
| Alto Sur | $800 |
| Estados fronterizos | $600 |
Es importante tener en cuenta que estos precios son sólo promedios. El precio real de un esclavo podría variar significativamente de estas cifras.
Además de los factores mencionados anteriormente, el precio de los esclavos también se vio afectado por la oferta de esclavos. A principios del siglo XIX, la oferta de esclavos era relativamente baja, lo que hizo subir los precios. Sin embargo, la oferta de esclavos aumentó significativamente en las décadas de 1830 y 1840, como resultado de la expulsión forzosa de los nativos americanos de sus tierras en el sureste y la expansión de la industria algodonera en el sur profundo. Este aumento de la oferta provocó una disminución de los precios.
El precio de los esclavos también fluctuaba con la economía. Durante los períodos de prosperidad económica, la demanda de esclavos aumentaba, lo que elevaba los precios. Durante los períodos de recesión económica, la demanda de esclavos disminuyó, lo que provocó una bajada de los precios.
El precio de los esclavos también se vio afectado por factores políticos. En los años previos a la Guerra Civil, el precio de los esclavos aumentó significativamente, a medida que los sureños se preocupaban cada vez más por la posibilidad de emancipación.