El Sur tenía varias ventajas sobre el Norte al comienzo de la Guerra Civil. Estos incluían una población más grande, más fábricas, una mayor producción de alimentos y un extenso sistema ferroviario. Sin embargo, el Norte tenía varias ventajas propias, incluida una marina más fuerte, un gobierno más centralizado y una economía más diversa. Al final, fueron las ventajas del Norte las que resultarían decisivas en la guerra.