Los incidentes de violencia contra personas leales o británicas que se rindieron ocurrieron principalmente motivados por la venganza y las pasiones encendidas por la guerra, más que como parte de una estrategia deliberada seguida por los colonos rebeldes. Está bien documentado que había diferencias significativas de opiniones, ideales políticos y lealtades en diferentes grupos geográficos y sociales en diversas partes de las colonias, incluidos los sureños, que a menudo tenían diversas motivaciones e intereses. Además, sería engañoso generalizar las acciones de individuos específicos durante momentos de agitación social como si representaran una intención colectiva de todos los sureños.