A nivel nacional Su destino manifiesto condujo a la expansión de Estados Unidos hacia el oeste americano. Este proceso fue a menudo violento, ya que el gobierno de los Estados Unidos desplazó a las tribus nativas americanas de sus tierras. Sin embargo, también condujo al crecimiento de la economía estadounidense y a la creación de nuevas oportunidades para los colonos.
A nivel internacional Su destino manifiesto llevó a que Estados Unidos se convirtiera en una gran potencia mundial. Estados Unidos anexó Texas en 1845 y ganó la guerra entre México y Estados Unidos en 1848, adquiriendo vastos territorios nuevos en el suroeste. Estados Unidos también obtuvo el control de Filipinas, Puerto Rico y Guam después de la Guerra Hispanoamericana en 1898.
La doctrina del destino manifiesto tuvo un impacto duradero en el desarrollo de Estados Unidos. Ayudó a dar forma a la geografía, la economía y el sistema político del país. También convirtió a Estados Unidos en un actor importante en los asuntos mundiales.
A continuación se muestran algunos ejemplos específicos de cómo la doctrina del destino manifiesto afectó el desarrollo de Estados Unidos:
* La Compra de Luisiana de 1803 duplicó el tamaño de los Estados Unidos y abrió el vasto interior del continente a los asentamientos.
* La Ley de Expulsión de Indios de 1830 obligó a las tribus nativas americanas a abandonar sus tierras en el sudeste para dar paso a los colonos blancos.
* La anexión de Texas en 1845 y la guerra entre México y Estados Unidos en 1848 agregaron vastos territorios nuevos a los Estados Unidos en el suroeste.
* La fiebre del oro de California de 1849 atrajo a miles de colonos al Oeste y ayudó a establecer a California como un estado importante.
* La Ley de Homestead de 1862 ofreció tierras gratuitas a los colonos del Oeste, fomentando una mayor colonización y desarrollo de la región.
* La construcción del ferrocarril transcontinental en la década de 1860 conectó las costas este y oeste de los Estados Unidos y facilitó a los colonos viajar hacia el oeste.
* La guerra hispanoamericana de 1898 dio como resultado que Estados Unidos obtuviera el control de Filipinas, Puerto Rico y Guam, lo que convirtió a Estados Unidos en una importante potencia mundial.
La doctrina del destino manifiesto fue una creencia compleja y controvertida que tuvo un profundo impacto en el desarrollo de Estados Unidos. Todavía se debate hoy en día, y algunas personas argumentan que fue una fuerza positiva que condujo al crecimiento del país, mientras que otras argumentan que fue una fuerza negativa que condujo a la violencia y la opresión.