Condiciones de vida
Los esclavos normalmente vivían en cabañas pequeñas y hacinadas en la plantación o granja donde trabajaban. Las cabañas a menudo estaban mal construidas y carecían de servicios básicos, como agua corriente o calefacción. En algunos casos, los esclavos se vieron obligados a vivir en los mismos alojamientos que los animales.
Trabajo
Los esclavos realizaban una amplia variedad de tareas, incluido el trabajo de campo, las tareas domésticas y el trabajo calificado. Los trabajadores del campo eran responsables de plantar, cultivar y cosechar cultivos. Las trabajadoras domésticas eran responsables de limpiar, cocinar y cuidar a los niños. Los trabajadores calificados trabajaban en una variedad de oficios, como herrería, carpintería y albañilería.
Las personas esclavizadas trabajaban muchas horas, a menudo desde el amanecer hasta el atardecer. No se les pagaba por su trabajo y, a menudo, se los sometía a castigos físicos si no cumplían con su cuota.
Castigo
Las personas esclavizadas que violaban las reglas o desobedecían a sus amos estaban sujetas a una variedad de castigos, incluidos azotes, palizas y marcas. En algunos casos, los esclavos incluso fueron asesinados por delitos menores.
Cultura y Religión
A pesar de las dificultades que enfrentaron, los esclavos lograron crear una rica cultura y vida religiosa. Desarrollaron su propio lenguaje, música y arte. También abrazaron el cristianismo, que les proporcionó esperanza y consuelo.
Resistencia
Los esclavos también resistieron su esclavitud de diversas maneras. Algunos huyeron de la plantación, mientras que otros participaron en actos de sabotaje o violencia. Algunos incluso organizaron rebeliones.
Las vidas de los esclavos en el sur de Estados Unidos durante el siglo XIX estuvieron marcadas por el sufrimiento y las dificultades. Sin embargo, también demostraron una increíble resiliencia y fuerza frente a la opresión.