Los nacionalsocialistas fundaron en 1938 en Neuengamme, en el sureste de Hamburgo, el campo de concentración más grande del noroeste de Alemania. Decenas de miles de personas fueron deportadas allí.
En 1938 se instaló en el entonces pueblo de Neuengamme el mayor campo de concentración del noroeste de Alemania. Durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, la Gestapo y las SS deportaron a decenas de miles de personas de todos los países ocupados de Europa como prisioneros de campos de concentración. Las razones de su admisión fueron principalmente su resistencia al régimen de ocupación alemán, la rebelión contra el trabajo forzoso o la persecución por motivos raciales. Sólo la mitad de los prisioneros del campo de concentración de Neuengamme sobrevivieron el tiempo que estuvieron allí.
Una antigua pista de tiro se convierte en un campo de concentración
En 1938, la empresa de las SS Deutsche Erd- und Steinwerke GmbH entabló negociaciones de compra con la ciudad de Hamburgo para un terreno de 50 hectáreas en Neuengamme. Había una fábrica de ladrillos que llevaba años cerrada y zonas aptas para la extracción de arcilla. Los contratistas llegaron a un acuerdo que incluía la construcción de un campo de concentración financiado por la ciudad y el suministro de 20 millones de ladrillos al año para la reurbanización de las orillas del Elba.
A partir del 12 de diciembre de 1938, la fábrica de ladrillos empezó a funcionar con 100 prisioneros del campo de concentración de Sachsenhausen, que estaban custodiados por 40 hombres de las SS del campo de concentración de Buchenwald.