Historia de Europa

septiembre

Como indica su obvio nombre ordinal, desde la época de Rómulo así se conocía al séptimo mes del calendario romano.

Mes poco prolífico en actividades, estuvo consagrado al Vulcano , dios del inframundo, el fuego y los metales. Fue representado con su fragua y correspondió a Hefesto Griego.

En las Kalendas del mes se veneraba a Júpiter en su templo del Capitolio, pidiendo un invierno suave y su intervención en la correcta germinación de los cultivos.

El día 3 la Epidaura Se celebró una fiesta en honor a Esculapio , Asclepio en griego, dios de la medicina. Fue un rito importado del Mediterráneo oriental, básicamente desde la incorporación del mundo egeo a la órbita romana. Los enfermos eran llevados al santuario de Esculapio, donde pasaban la noche. Muchos de ellos vieron en sueños al dios Esculapio ocupado en curarlo. Algunos amanecían curados de sus dolencias, quizá por la amapola con leche que les daban los sacerdotes antes de acostarse o por simple y pura superstición. El símbolo del dios era la serpiente enrollada alrededor del bastón, nuestro símbolo farmacéutico actual.

La víspera de nones, el día 4, tras la vendimia y otras tareas agrícolas, comenzaban los Ludi Romani, las populares carreras de carros, uno de los grandes juegos del mundo romano en honor a Júpiter Optimus Maximus. Pues que sea casualidad, pero es destacable el número de fiestas patronales que se celebran en estas mismas fechas aún hoy en tierras valencianas.

En las nones del mes comenzaron los Eleusinos, los misterios de Dioniso, el Baco romano; La noche del día 6 se realizó el baño purificador y al día siguiente tuvo lugar la ceremonia principal. Después de ayunar todo el día, al atardecer se iniciaba el ritual místico. Los fieles acudieron en masa a la cámara sagrada del dios. Después de una cópula teatral entre la sacerdotisa y el hierofante, el sumo sacerdote, tras abandonar la oscuridad, recitó “El omnipotente ha dado a luz al omnipotente” .

El ritual concluía con un brebaje sagrado y probablemente psicotrópico elaborado a base de cebada y poleo llamado ciceón. El compromiso de los iniciados exigía no revelar lo contemplado en el recinto sagrado. El día 10 se sacrificaba un toro y se realizaban los pannychis, un gran banquete con música y bailes para concluir las celebraciones que se prolongaban hasta el amanecer. El emperador cristiano Teodosio I prohibió estas celebraciones en un decreto del año 392 durante su particular persecución al paganismo.

En los idus, el día 13, tuvo lugar el gran banquete en honor a Júpiter encuadrado dentro de los Ludi Romani.

El 17 de septiembre del 14 d.C. a Augusto se le concedió su divinidad... El princeps nació el día 23.

El día 20 se celebró el natalicio de Rómulo.

Este mes concluye el repaso del calendario romano y su profusión de ceremonias religiosas. Hemos visto multitud de curiosidades, ritos agrarios convertidos en festividades y adaptaciones cristianas de costumbres paganas muy arraigadas en el pueblo cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos. Espero que te haya gustado.

El mes que viene comenzaremos una nueva serie de artículos, profundizando en la forma de vida de nuestros antepasados…

¿Cómo sería una visita a las aguas termales?

Colaboración de Gabriel Castelló autor de Valentía