Historia de Europa

El divorcio exprés no lo inventó Zapatero, ya existía en el Egipto grecorromano

En miles de papiros conservados sorprende observar que la situación de las mujeres en el período grecorromano de Egipto era, en ciertos aspectos, mucho mejor que en cualquier otra época anterior al siglo XX. Aunque las mujeres no eran ciudadanas y, salvo excepciones, necesitaban un tutor que las representara, se mencionan algunos derechos que documentos públicos y privados confirman y amplían.

La mujer puede heredar y testar, ser propietaria de territorios e inmuebles, dirigir un negocio... También existe cierta igualdad en los contratos matrimoniales y de divorcio. El matrimonio no fue religioso, sino una simple convivencia formalizada mediante contrato con cláusulas de rescisión en caso de divorcio, restitución de la dote y separación de bienes.

El divorcio exprés no lo inventó Zapatero, ya existía en el Egipto grecorromano

Contrato matrimonial año 13 a.C. en Alejandría:

A Protarco [presidente del tribunal], en nombre de Termión, hija de Apión, con su tutor Apolonio hijo de Querea, y en nombre de Apolonio hijo de Ptolomeo. Thermión y Apolonio se ponen de acuerdo para compartir una vida juntos; El mencionado Apolonio reconoce haber recibido de Termión por su casa, como dote para ella, un par de aretes de oro y (...) dracmas de plata; y desde este momento, Apolonio se compromete a proporcionar a Termión como mujer casada todo lo necesario y ropa acorde a su condición y a no maltratarla, no expulsarla, no insultarla y no poner a otra mujer, o, en el caso de contrario, perderá inmediatamente la dote […] y Termión se compromete a cumplir sus deberes para con su marido y los de la vida en común y a no ausentarse de casa ni una noche ni un día sin el consentimiento de Apolonio, y a no deshonrar o dañar la casa común, y no andar con otro varón, o, de lo contrario, será privado de la dote; y además el infractor quedará sujeto a la multa prescrita.

Así reza un certificado de divorcio de Alejandría del año 13 a.C.:

A Protarco, en nombre de Zois, hija de Heracliades, con su tutor, su hermano Ireneo, y en nombre de Antípatro, hijo de Zenón. Zois y Antípatro acuerdan separarse rompiendo la unión que quedó establecida por contrato ante este mismo tribunal [...] Zois reconoce haber recibido de su casa lo que obtuvo como dote:vestidos por valor de 120 dracmas de plata y un par de oro. pendientes. Por lo tanto, de ahora en adelante el contrato matrimonial queda anulado y ni Zois ni nadie en su nombre pueden oponerse a Antípatro para exigir la restitución de su dote; ni ninguna de las partes contra la otra en materia de convivencia o cualquier otra cuestión hasta la fecha; fecha a partir de la cual es lícito a Zois casarse con otro hombre y a Antípatro con otra mujer, sin que ninguno de los dos sea denunciado por ello.